POR ALBERTO HERRERA
Es bien conocido que los altibajos en inversiones son inherentes al evolucionar de los mercados. En este sentido, estos últimos han experimentado un incremento en volatilidad durante el año, incluso superando niveles de los últimos dos años.
Evidencia de lo anterior se observa con la evolución de indicadores como el CBOE VIX, índice relacionado con la expectativa de volatilidad e incertidumbre que experimentan los mercados accionarios estadounidenses, que entre mayor sea el nivel que registra, más volatilidad es prevista. Actualmente, dicho indicador se ubica en niveles que oscilan alrededor de los 17 puntos, nivel superior al promedio de 11 puntos observado en 2017.
En la parte local, el índice de volatilidad S&P/BMV IPC VIX, que refleja la volatilidad esperada a corto plazo del referente del mercado accionario mexicano, muestra similar comportamiento con un nivel actual de 15.94 puntos, también superior al nivel de 12.72 puntos del cierre de 2017.
Derivado de lo anterior, es comprensible que el inversionista que mantiene exposición de sus recursos a este tipo de mercados y activos, siempre busque la forma más adecuada a su alcance para tomar ventaja o mitigar estos comportamientos. Sin duda, la industria local de fondos de inversión se posiciona entre una de las opciones más eficientes durante los últimos años para tal fin.
En este sentido, desde el punto de vista del gradual camino hacia la arquitectura abierta que experimenta la industria de fondos en nuestro país, reflejado mediante la distribución de fondos de inversión por parte de terceros como distribuidoras integrales que complementan su oferta con fondos de otras operadoras, cualquier inversionista en el mercado mexicano hoy puede manejar la volatilidad teniendo acceso a un universo mayor de opciones de producto.
De acuerdo con cifras públicas, el importe en distribución de terceros es superior a los 100 mil millones de pesos, representado por un 53.1 por ciento en fondos de renta fija y 46.9 por ciento en fondos de renta variable, siendo parte de los 2.3 billones de pesos en activos que conforman el total de la industria de fondos.
Entre los productos con mayor crecimiento en la distribución de terceros, considerando el importe invertido en ellos desde los últimos 12 meses, son los que mantienen una relación con la evolución del tipo de cambio peso-dólar los que lideran, seguidos por los que permiten acceso a los mercados internacionales y los que invierten en renta fija de corto plazo.
Lo anterior manifiesta una de las principales ventajas de la arquitectura abierta, ampliando la oferta y con ello generando más oportunidades de diversificación para el inversionista.