El Escritorio de Baco

Los concursos de vino vs. Robert Parker

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Hoy por la noche tomo el vuelo que me llevará a Alemania para participar –por décima ocasión consecutiva-, como parte del jurado del concurso internacional de vino MUNDUS VINI. Por primera vez desde que se lleva a cabo –desde 2001-, los organizadores de este evento nombraron a un mexicano como presidente de uno de los jurados que evaluaremos más de 6 mil muestras a partir del domingo.

Como feliz coincidencia al terminar MUNDUS VINI, viajaré a París para participar en otro concurso internacional llamado VINALIES organizado por la Unión de Enólogos de Francia. Les comparto que éste será mi cuadragésima participación en eventos de este tipo.

La dinámica de un concurso profesional, consiste en la evaluación sensorial de vinos de diversos países. Las botellas son tapadas por completo por lo que los miembros del jurado únicamente sabemos cosecha y el tipo de vino (por color, nivel de azúcar y de alcohol, y paso por barrica), que evaluamos pero nunca la marca ni su procedencia. Existen más de trescientos diferentes concursos en todo el mundo, sin embargo, no todos tienen un prestigio reconocido internacionalmente.

El objetivo de participar en estas justas enológicas es que si se logra obtener una medalla, dicha presea servirá de apoyo para colocar el vino laureado en diferentes mercados.

Determinar quién es el mejor maratonista en una competencia es fácil. Simplemente el que llegue primero. En un concurso de vinos es más complicado porque siempre existirá una parte subjetiva, la cual debe influir menos, ya que un profesional tiene la capacidad de juzgar el vino por la calidad, no por su gusto.

Si analizamos con cuidado, es más confiable y certero el criterio de varias personas -todas ellas profesionales-, que entre sí acuerdan galardonar un vino por su calidad, que el de una sola persona que como Robert Parker (por citar al más influyente crítico de vinos del mundo), con una sola puntuación favorable, no sólo posicionan el vino evaluado en muchos mercados sino que la Bodega entera se reevalúa.

La crítica puntual a Parker es: Cómo es posible que el criterio de una persona, influya en el gusto de un consumidor totalmente ajeno a los hábitos alimenticios de este abogado norteamericano. Nadie niega el peso de Parker y siendo realistas su influencia en el mundo del vino es mayor que la de los concursos más importantes, sin embargo la participación de productores de vino en los concursos de prestigio se incrementa considerablemente cada año. En qué criterio confiarían más, ¿en la puntuación de una sola persona, cuyo posicionamiento e influencia son irrefutables? o bien ¿en el de una medalla concurso internacional de prestigio, avalada por la experiencia de personas de diferentes nacionalidades y gustos, pero todos ellos profesionales que anónimamente, otorgan un reconocimiento a un vino, sin importar su procedencia? ¿Qué opinan ustedes?

Twitter: @Rene_Renteria

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