El Escritorio de Baco

Conservación de vinos descorchados

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¿Merece la pena descorchar una botella si solo me tomaré una copa?

Beber vino con moderación siempre ayuda y mejora nuestra calidad de vida. Es la bebida cardiosaludable por excelencia y precisamente como en la moderación está el beneficio para la salud, existen ocasiones en las que apetecemos solo una copa de vino y no deseamos bebernos toda la botella.

Imaginemos esta escena recurrente. Llegamos cansados después de un largo día de trabajo. El hambre nos abruma y apetece preparar una sincronizada de quesillo con pechuga de pavo y unas gotitas de chipotle. Para acompañar este sencillo y rico platillo se nos antoja un vinito, pero descorchar una botella para una persona podría parecer un síntoma inequívoco de un típico ataque de "sed de la mala", por ello nos privamos de beber una o dos copas de vino que además de ayudar a la digestión nos ayudarían a dormir placenteramente.

Existen accesorios en el mercado que extraen el aire de las botellas para conservarlas y evitar así la oxidación. Otros juguetes más sofisticados inyectan nitrógeno a la botella para poder conservar el vino.

El vino es tan noble, que su grandeza estriba en la simpleza con que lo bebemos. No se necesita un manual de instrucciones para tomarlo y mucho menos para conservarlo una vez descorchado. Vamos por partes.

Existe una opción para quienes sólo apetezcan beber una copa únicamente para acompañar su platillo. Los botellines son buena elección para no desperdiciar vino, pero en la mayoría de los casos no existe en el mercado nuestra marca de favorita. En esas circunstancias no tengan miedo a descorchar una botella completa para tomarse una copa -o hasta dos-, pero para que el vino sobrante no se oxide, les recomiendo seguir los siguientes consejos:

1. Una vez descorchado el vino sirvan inmediatamente.

2. Tapen enseguida el vino con el corcho o tapón de la misma botella.

3. Guárdenlo de inmediato en el refrigerador verticalmente con el fin de que la superficie que está en contacto con el aire sea menor y en consecuencia tarde menos en oxidarse.

Con estos simples consejos hay botellas que pueden durar semanas, claro que si son bebedores asiduos de vino, no les durará más de una semana, debido a que seguramente antes ya se la terminaron.

El vino no es para siempre, no gasten su dinero en aparatos que serán inútiles si ustedes saben cuidar el vino perfectamente. Si apetecen una copita, descórchenla y sírvanse, seguramente la merecen y disfrútenlo con la mejor compañía, ustedes mismos. El vino es goce, no pose. ¡Salud!

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