Opinión

Reanudación de la asamblea panista


 
 
 
 
Juan Antonio García Villa
 
 
Mañana sábado se reanuda la 17ª Asamblea Nacional Extraordinaria del PAN suspendida el pasado 16 de marzo al quedar roto el quórum. Dicha Asamblea había sido convocada para discutir y aprobar  nuevos Estatutos de Acción Nacional.
 
 

La opinión general es que el fondo de la solución (al declive del Partido) no está sólo en esas reformas.De los 131 artículos más 14 transitorios comprendidos en el proyecto de nuevos Estatutos panistas, los asambleístas habían reservado 96 artículos para su discusión en lo particular. Antes de romperse el quórum, se había discutido hasta el artículo 63.
 
 
De éstos, durante el desarrollo de la Asamblea se habían modificado 17 artículos.
 
 

Sobre el punto, en la edición correspondiente a abril-junio de Palabra, revista doctrinal de Acción Nacional, se incluyen varios artículos que por acuerdo expreso de su consejo editorial están referidos a dicha asamblea nacional extraordinaria, 'sus posicionamientos y los resultados obtenidos'.
 
 
Vale la pena hacer aquí un recuento de algunos de esos textos. De acuerdo a la visión del autor de uno de ellos, Aminadab Pérez Franco, "los dos cambios estatutarios acordados por la Asamblea que han generado mayor polémica han sido la elección del presidente nacional mediante el voto directo de los militantes, así como la elección del Consejo Nacional en asambleas estatales".
 
 

Más que polémica provocada con posterioridad, se puede afirmar que la propuesta aprobada por la Asamblea de elegir al presidente nacional  no por el Consejo Nacional, como ha sucedido desde la fundación del Partido hace más de siete décadas, sino por la militancia toda, propuesta que por cierto no estaba prevista en el proyecto de nuevos Estatutos, sino que surgió en el curso de la Asamblea misma, provocó  la ruptura del quórum el pasado 16 de marzo, por el desconcierto que suscitó.
 
 

El análisis que hace la Maestra  Ma. Elena Álvarez de Vicencio en su texto, que titula '¿Se logrará reencauzar al PAN?', es particularmente interesante. Como premisa plantea que ante 'el declive del Partido' 'la reforma de los Estatutos  se percibió, desde el principio, como una parte de la solución, porque permitiría  corregir algunos excesos en los que fue cayendo la organización'.
 
 
Sin embargo, a continuación precisa –y con razón- que "la opinión general es que el fondo de la solución (al declive del Partido) no está sólo en esas reformas, sino que es necesario cambiar actitudes personales, acabar con la impunidad, ser más exigentes en la elección de nuestros dirigentes y candidatos y exigirles a todos, sin excepción, un comportamiento intachable y apegado siempre a nuestras normas".
 
 
Versión similar tiene Pérez Franco. Escribe al efecto que "tanto la derrota electoral (de 2012) como el desarrollo y la abrupta interrupción de la XVII Asamblea reflejan el deterioro del PAN en todos los ámbitos: la erosión de su identidad histórica, el debilitamiento de su vida institucional, el choque de intereses entre grupos internos y los órganos estatutarios, la carencia de procesos de asimilación y formación política de sus militantes o los saldos de la intromisión de la perspectiva gubernamental en las decisiones partidarias, por mencionar sólo algunos.
 
 
En tales condiciones, la Asamblea difícilmente podría haberse convertido en el espacio capaz de construir soluciones".
 
 
Por su parte del director de la revista trimestral panista, Tomás Trueba, en su texto admite que en efecto "hemos perdido identidad, hemos tenido obsesión por ganar elecciones a costa de lo que sea". Pero, escribe:  "No queremos entender  que es la impunidad, no la falta de estatutos y reglamentos, no los cambios a procesos de selección, la impunidad y la falta de sanciones nos han llevado al precipicio".

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