Apuntes Globales

Doblamos a Trump

Doblamos el presidente de EU. Tan es así, que a las 24 horas del anuncio de ambos presidentes, Trump insistió en que 'en última instancia, el muro será pagado por México', dice De Castro.

Existen muchas interpretaciones, críticas y halagos, ante el anuncio del pasado lunes: México y Estados Unidos aseguraron un acuerdo comercial. Muchos analistas y especialistas han sido cautos –tiene claroscuros. Otros enfatizan que Peña a como diera lugar quería salir en la foto y su equipo cedió demasiado. Y desde luego, también están los que observan un importante éxito en la negociación.

Mi interpretación es que doblamos el presidente de Estados Unidos. Tan es así, que a las 24 horas del anuncio estelar de ambos presidentes, Trump insistió en que "en última instancia, el muro será pagado por México". Es decir, Trump tiene un saborcito agrio que su vecino del sur se salió con la suya y conservó, y muy probablemente mejoró, el instrumento más valioso con que cuenta para aprovechar su vecindad con el marcado número uno del mundo. Sí, lo que para Trump era "el peor acuerdo comercial de Estados Unidos", ha sido salvado.

Desde luego que aún no conozco el texto negociado y que aún puede abortarse una versión trilateral. Al escribir esta columna me siento optimista. Ottawa reaccionó con pragmatismo positivo al anuncio del lunes. No les quedó otra que tragar la píldora amarga de que fue México, el país contra el que arremetía sin descanso Trump candidato, el que se adelantó y conjuró el peligro de quedarnos sin libre comercio en América del Norte. La canciller, Chrystia Freeland, literalmente voló a Washington para sumarse al acuerdo y ya ayer continuaron las negociaciones trilaterales.

A no ser que hayan escondido algo grave los negociadores mexicanos, considero que el acuerdo es una hazaña diplomática y de negociación. Será el mayor logro internacional, por mucho, de Enrique Peña y un regalo mayúsculo para AMLO. Arrancar el nuevo sexenio con un cielo despejado en el tema comercial no tiene precio.

¿Cómo se dobló a Trump?

A través de un presidente Peña aplicado, con sentido de misión y de Estado. Soy de la idea que las grandes amenazas que significó la llegada de Trump a la Casa Blanca, le otorgo un nuevo sentido a un presidente gastado y encogido prematuramente.

Peña ante Trump volvió a ser un mandatario como el de los primeros 18 meses con una clara misión que cumplir. Las reformas al inicio del sexenio; conjurar los peligros de Trump para cerrar.

Me sigue sorprendiendo la llamada, filtrada a la prensa, entre Peña y Trump en enero de 2017. Estuvo impecable. Preparado. Firme pero con guante de seda.

La llegada de Trump a la Casa Blanca le permitió volver a traer a su hombre de confianza y cerebro de su administración, Luis Videgaray. Este llegó a la cancillería con una renovada actitud –"vengo a aprender", dijo. El canciller vio en Trump, por quien perdió su chamba como secretario de Hacienda, una segunda oportunidad de lograr algo del tamaño de su ambición –contener la amenaza de Trump de denunciar el TLCAN. Esto es, pasar a la historia no como quien trajo al candidato Trump sino quien lo contuvo.

Videgaray inició un back channel para introducirse a la Casa Blanca y llegar a Trump. Apostó por el yerno y le atinó. En una presidencia altamente inestable, Jared Kushner, finalmente familia, se ha consolidado como una de los actores más influyentes en la corte trumpeana. Y el back channel se convirtió en un camino despejado a la Oficina Oval.

Idelfonso Guajardo ha sido el líder de la negociación. Paciente, experimentado y buen comunicador. Conjuntó un buen equipo negociador y rememoró las práctica de tener muy cerca al sector privado, literalmente en el cuadro de al lado.

La puntilla se logró con AMLO. Además de la enorme legitimidad que le otorgó el elector el 1 de julio, a Trump le ha encantado: "me gusta el nuevo líder, creo que va a ser increíble, un poco diferente de nosotros, me llevo mejor con él que con el capitalista (Peña)."

Videgaray y Guajardo dejaron claro que Jesús Seade, el negociador de AMLO, fue una bendición.

Ahora bien, lo que se logró no es panacea y con Trump siempre hay peligros. Pero justamente de llegar a consolidar el acuerdo trilateral y de ser aprobado por los congresos, en lo económico y comercial, México habrá doblado a Trump.

Un acuerdo internacional va más allá de la voluntad del presidente en turno y, como tal, resistirá los futuros ataques o berrinches tuiteros del de la Casa Blanca.

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