Opinión

México; una gran nación mal comunicada

El columnista escribe sobre la falta de comunicación entre las empresas y emprendedores y el Gobierno.

El México moderno, décima cuarta potencia mundial, sexto receptor de turismo internacional, el Gobierno Federal casi no se comunica con sus ciudadanos ni con su tejido empresarial.

Es ahora, cuando gracias a iniciativa de la Secretaría de Turismo en el programa Conéctate al Turismo logra incorporar al SNE, el Servicio Nacional de Empleo para que el complejo empresarial turístico nacional coloque sus vacantes para que el SNE le nutra de posibles candidatos a esas plazas.

Y más... ofrece a la empresa amplias opciones de capacitación a su talento y más... también una lista de las empresas que pueden certificar el talento de su plantilla laboral. Profesionalizar a la empresa al fortalecer los talentos de su activo humano.

Lo que se requiere para que la industria sea más competitiva y si hay continuidad de políticas e innovación en el sector turístico nacional, el país sea capaz de asaltar el quinto sitio en el ranking de ingreso turístico internacional. Italia tiene 52.5 millones de accesos turísticos a su territorio. Está, que digamos, algo lejos.

El esfuerzo es importante y se inserta en la dirección estratégica correcta aunque lo que hoy se inicia pudiera haberse arrancado hace décadas o al menos hace 12 años cuando la tecnología ya ofrecía espacios disponibles para una coordinación de esta naturaleza.

Mucho esfuerzo sigue sin tener un respaldo de un sistema nacional de comunicación entre ciudadanía y el sector empresarial con el Gobierno.

El que el equivalente al 60 por ciento de lo que conseguimos como derrama del turismo internacional tengamos que comprarlo del extranjero en proveeduría de productos , regresa parte de ese recurso a empresas extranjeras que ofrecen empleo bien pagado a extranjeros.

¿Puede usted creer que en Cancún se consume Tilapia que se crece en granjas acuícolas en Tailandia o en otras naciones asiáticas? ¿Puede usted creer que no haya inversionistas que puedan crear granjas o complejos de acuacultura en el sur de Quintana Roo, a menos de dos horas del centro turístico internacional por excelencia en nuestro territorio?

¿Puede usted creer que la carne en la Riviera Maya se importa de Miami?, que los jabones en algunos grandes hoteles de los principales centros turísticos nacionales vienen de Canadá o de España o de Francia? Todo esto a pesar de que en México hay carne suficiente, que hay toallas, batas, ropa de cama, esencias aromáticas o jabones que bien pueden sustituir a las compras del extranjero.

Hay algunos grandes hoteles que han insertado en sus políticas de compra el privilegiar la adquisición de productos nacionales cuando ellos sean similares o superiores en calidad a los proveedores extranjeros.

¿Sabía usted que en un año de ejercicio del Conéctate con el Turismo ha habido asombro entre algunos gerentes de compra al comprobar que hay en el país suficiente oferta de productos con calidades superiores a los productos que se ofrecen desde el extranjero y a menor precio incluso?

En un año del "Conéctate" se han sustituído poco más de 4 millones 800 mil dólares en importaciones. Frente a los 11 mil millones la brecha es enorme pero nunca podremos tener una cantidad respetable sin pasar por los primeros mil millones de pesos de logro.

El problema no es ese solamente, avanzar en la difusión de un noble programa como política pública sino que incluso el Inadem como máximo responsable para crear empresas y apoyar a emprendimientos, hace un esfuerzo por crear empresas que no siempre, más bien, casi nunca tienen que ver estrechamente con una necesidad específica detectada en concreto. Le pongo un ejemplo al que en otra ocasión he hecho referencia.

Las empresas productoras de herbicidas e insecticidas, conscientes de que sus envases pueden ser altamente contaminantes se dieron a la tarea de recolectarlos con sus clientes, lavarlos perfectamente y ponerlos a disposición de quienes pudieran reprocesar esos envases plásticos para convertirlos en coladeras, en postes de luminarias, en mesas de parques públicos, en asientos, en contenedores de basura.

Resultado: no había empresas que realizaran esos procesos. Una oportunidad concreta pudo haberse aprovechado y al menos en aquellos años, casi ocho, no hubo quien o quienes pudieran invertir o haberse apoyado con políticas públicas para aprovechar esa oportunidad.

Empresas "mandadas a hacer", mandadas a hacer a las necesidades concretas. Idea lunática... en México.

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