Pie de Página

Carlitos Marx en pantalones cortos

'En qué pensamos cuando pensamos en futbol'se ha tomado muy en serio la lúdica tarea analizar el más bello de los deportes, analiza Mauricio Mejía.

Simon Critchley ha rendido uno de los máximos tributos al futbol. Durante décadas, en México se creyó (el aparato cultural fue responsable de ello) que el balompié (y el deporte en general) era tema para subpersonas felices, los pobres, de ver cómo 22 semianalfabetas pateaban una pelotita a lo largo de 90 minutos. Cuando los jóvenes acudían a las librerías, todavía a principio de los años 90, para solicitar textos de futbol los dependientes tenían dos respuestas contundentes: aquí no se venden ese "tipo" de libros o, sobre todo en las librerías de viejo, los llevaban a la estantería en donde se encontraban los reglamentos y los almanaques. En Sudamérica y en Europa la cosa era distinta, y muy distante. Había literatura, sociología, filosofía, poesía y ensayos políticos y económicos sobre El Futbol, así, con mayúsculas. Era un tema de pensamiento, pues.

Hay que agradecer a Sexto Piso, y al traductor Milo J. Krmpotic, el debut en este país, sin crónica, sin lenguaje y sin ganas de reflexionar sobre el deporte, de En qué pensamos cuando pensamos en futbol. Es un libro extraordinario, de una belleza, de una profundidad y de una claridad verdaderamente notables. El autor estudió filosofía y ocupa, nada menos, la cátedra Hans Jonas de la New School for Social Research de Nueva York. Su fama es merecida. Pues, sin perder el estilo, se ha tomado muy en serio la lúdica tarea analizar el más bello de los deportes y, quizá, en términos de Heidegger, la más popular de las tareas de la humanidad. Praxis y acción se mueven en cada uno de los textos que conforman el volumen. Otra vez Heidegger, fanático de Franz Beckenbauer, por cierto: el futbol como uno de los grandes bienes del ser (Ser).

Dice, atinadamente, Critchley: "El futbol es el movimiento del socius, la libre asociación de los seres humanos, tal como lo dijo Marx en El Capital (aunque, lamentablemente, no se refiera con ellos al futbol). La razón por la que el futbol resulta tan importante para tantos de nosotros apunta precisamente a la experiencia asociativa que constituye su núcleo y al vívido sentido de comunidad que proporciona". Y, sin más, patea a la portería: "Forzando un poco la cosa y reconociendo que me la juego con esta comparación, podríamos decir que la forma política más apropiada para el futbol es la del socialismo".

¿Por qué? Porque, sostiene el autor, la libertad no es algo que se experimente alejado de los demás, sino que es resultado únicamente de la asociación, donde el acto colectivo integra a la vez que realza la acción individual. Cita, un poco antes, a Jean Paul Sartre: Lo que atrae del futbol al francés es el modo en el que la estructura modela las relaciones entre la acción individual y la colectiva dentro de esa forma dinámica y en cambio constante que es el equipo de futbol.

Vale, pues, la pena pensar y volver a pensar lo que pensamos cuando pensamos de futbol.

COLUMNAS ANTERIORES

Cortés es mexicano
Tokio 2020: la fe en el “garganso” de a libra

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.