Mauricio Jalife

Semanas clave para la propiedad intelectual en México

La supresión de sitios de internet que violen derechos de autor, la implementación de la reforma al sistema de marcas y el aumento de personal en el IMPI son temas que estarán a discusión.

Dos hechos marcan el calendario como particularmente relevantes en la construcción del nuevo marco normativo de Propiedad Intelectual de nuestro país en los próximos días. Por una parte, la entrada en vigor de la reforma más ambiciosa en materia de marcas en los últimos 25 años; el otro, la posible conclusión de las negociaciones del nuevo TLCAN. La forma de implementación de la primera, y los alcances de lo pactado en la segunda, marcarán derroteros decisivos sobre las expectativas y alcances que los propios mexicanos estamos depositando en el rol de estos derechos en nuestra economía.

En el caso de la reforma al sistema de marcas, con independencia de lo ya dicho en la reforma, quedan aún espacios muy amplios para que se tomen decisiones que habrán de reflejarse en la eficacia de su puesta en práctica. No sólo el reglamento deberá aportar ciertas soluciones específicas a lo planteado de manera genérica por la ley, sino de manera particular los acuerdos internos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para el procesamiento de las nuevas figuras. Temas como las marcas sonoras y olfativas, el registro de la imagen comercial y la operación del llamado "sistema de oposición", pueden convertirse en letra muerta si el IMPI no les da la mas cordial bienvenida.

Muchas veces hemos atestiguado como, a grandes planes legislativos, siguen una serie de problemas en la práctica que sabotean lo que en principio parecía una propuesta trascendente. El otro gran reto de la reforma, es que el Instituto pueda destinar los recursos humanos necesarios para procesar el incremento de la demanda por servicios de este tipo. Desde hace muchos años el IMPI no ha podido ampliar su base de gestión, lo que compromete la posibilidad de ofrecer mejores resultados. Esta opción, además, parece ir a contracorriente con los anuncios de AMLO de cara a los nuevos principios en la administración federal.

En el caso del TLCAN la opción de cerrarlo podría estar presionando la libertad contractual de nuestros negociadores, al menos en temas como patentes. En ese contexto, según sabemos, Estados Unidos estará pujando para conseguir aquello que era su trofeo en el TPP, y que declinó al abandonarlo al inicio de la administración Trump. Esencialmente, las peticiones se orientan a obtener prórrogas de patentes farmacéuticas, nuevas formas de protección de invenciones y la controversial protección de datos clínicos, que se traduciría en retrasos significativos para la llegada de versiones genéricas al mercado. Todas estas formas ampliadas de protección, representarían un peso notable en las finanzas de los institutos de salud pública del país. En estos temas, un gran aliado de la resistencia es Canadá, cuya industria farmacéutica se ha significado por ser uno de los grandes productores mundiales de medicamentos genéricos.

Otro gran tema en el debate es la presión para que México incorpore en su legislación interna mecanismos de supresión inmediata de sitios de internet que violen derechos de autor, a través de la posibilidad de ordenar al proveedor de la señal el corte de suministro.

Las decisiones que se tomen en ambos ámbitos extenderán sus efectos a lo largo de muchos años, definiendo buena parte de lo que como país queremos, y podemos, en la regulación de estos derechos.

mjalife@jcip.mx

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