Maria Patricia Kurczyn Villalobos

INAI: Hay quórum

La columnista escribe sobre los nuevos comisionados del INAI.

El pasado 11 de mayo recibimos en el INAI a los nuevos comisionados, Blanca Lilia Ibarra Cadena y Carlos Bonnin Erales a quienes extendí la mano compañera para entablar buena camaradería y me permití aprovechar la ocasión para referir con franqueza mas no jactancia, que cultivo el honor al trabajo y qué, severa en mis apreciaciones, suelo expresar mis preocupaciones profesionales con el afán de cumplir cabalmente con mis responsabilidades. Sé que puedo equivocarme en mis apreciaciones, pero igual sé escuchar la palabra que lleva razón y sostengo mi confianza en las decisiones compartidas, como son las resoluciones dictadas por el pleno, porque llevan menos margen de error que aquellas que se pronuncian unipersonalmente. También exclamé que el debate es el ejercicio de la libertad de expresión que brinda la oportunidad de revelar conocimientos, estudio y criterios. Por ello, la discrepancia en nuestros proyectos, a la vez que nos enriquece intelectualmente, ofrece seguridad en nuestras resoluciones y fortalece al INAI. La unanimidad no es obligatoria, la congruencia y el razonamiento sí lo son.

Si bien nuestra obligación medular es tutelar los derechos de acceso a la información y a la protección de datos personales, no pueden marginarse otros deberes propios de la gobernanza de la transparencia y la privacidad ya que este órgano constitucionalmente autónomo debe trazar dichas políticas públicas también de manera colegiada e inexorablemente debe ser ejemplo de transparencia, de rendición de cuentas y protección de datos personales.

Tengo la seguridad de que los conocimientos, así como la vocación de los nuevos colegas se sumarán al funcionamiento institucional para generar reflexiones y reconsideraciones que permitan renovar o reafirmar criterios y políticas siempre conforme a la ley y siempre con prioridad por la tutela de los derechos humanos. Siempre por México.

Hagamos que la colegialidad sea el sello de la neutralidad y de la imparcialidad; que impida el apoderamiento del poder y la autoridad, pues recordemos aquella frase de Voltaire: "La pasión de dominar es la más terrible de las enfermedades del espíritu humano".

Además, a título personal, me permití convocar a los colaboradores de confianza, de libre designación, de servicio profesional de carrera, de honorarios, de servicio social y prácticas profesionales, incluidos nuestros compañeros que sirven a través de empresas subcontratadas, a hacer un examen de conciencia sobre el desempeño de nuestras responsabilidades. Hoy reitero respetuosamente el llamado e incluyo a mis compañeros comisionados.

Doy la bienvenida a Blanca y a Carlos, con la certeza de que juntos resguardaremos este templo de la transparencia y cuidaremos que los cristales por los que nos mira la sociedad inalterablemente rechinen de limpios. Trabajemos por servir a la sociedad; colaboremos para impedir y sancionar la corrupción, para hacer un país con justicia. Honremos la gran oportunidad de mostrar qué es la honestidad; de que abrazamos el código de ética por convicción en el cumplimiento de nuestras funciones. Estamos ante momentos difíciles para el país; no solo por las elecciones, sino por las muchas dudas que la sociedad tiene derecho de aclarar. Igual nuestra institución está en duda, pero no permitiremos que se demerite su prestigio y para ello debemos asegurarnos en intensificar esfuerzos para ejercer una auténtica autonomía por la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de datos personales. Yo, hoy refrendo la protesta de mi compromiso rendida en mayo de 2014 ante el H. Senado.

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