Opinión

Los primeros acuerdos


 
David Colmenares Paramo
 
Los primeros 32 años de EL FINANCIERO. Una felicitación a los trabajadores, directivos y al dueño de la empresa, a su Director General, mi gran amigo Enrique Quintana, quien retorna siendo el mejor en muchos frentes, a mis amigos de la redacción, a mis colegas colaboradores, a Carlos Ramírez por supuesto, a Pedro Sol, a Jesús Sánchez que empezó muy joven, en fin a quienes están y a quienes ya no están porque tienen otros desafíos como Alejandro Ramos y a quienes se nos han adelantado, particularmente a Rogelio Cárdenas, con quien interactuaba en los inicios, dada mi función profesional en esos tiempos, cuando le maquilábamos el periódico. En fin me congratulo de este 32 aniversario.
 
Los primeros acuerdos; siempre ha sido un necesidad recurrente el definir que tipo de estructura tributaria requiere un País, si se recarga en los impuestos directos al ingresos como en el promedio de los miembros de la OCDE, o se apuesta a los ingresos indirectos, con mayor pesos de los impuestos especiales o al consumo como el IVA. El nuestro no es una excepción, por eso desde que tengo recuerdos se habla siempre de la necesidad de la reforma fiscal, pero no hemos resuelto ese dilema.
 

En suma, hacia 1999, la estructura tributaria de los miembros de la OCDE, descansaba en el ISR de las personas físicas, una baja carga fiscal a las empresas, gastos de seguridad social muy importantes y un IVA dinámico, útil para la armonización con el resto de Europa, pero sin ser el principal impuesto en su estructura tributaria.
 

Los acuerdos son básicos en cualquier negociación, y están funcionando en el Congreso, por ello dentro de los primeros acuerdos de la Comisión de Hacienda en relación a las reformas planteadas en el Paquete Fiscal 2014, destaca lo referente a los impuestos, reformas a la Ley de Coordinación Fiscal, a la de Contabilidad Gubernamental y a la de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Algunos de ellos:
 
• La aplicación de tasas diferenciadas del ISR para las personas físicas en función de su ingreso, con una tasa marginal máxima de 35 por ciento;
 
• Se retiró la propuesta para gravar intereses de créditos hipotecarios, arrendamiento de casas habitación y colegiaturas escolares;
 
• Se mantiene 1 peso por litro en bebidas azucaradas;
 
• La creación de un IEPS de 5% a los alimentos chatarra;
 
• Un impuesto del 10% a las ganancias bursátiles;
 
• IVA a los alimentos para mascotas;
 
• La homologación del IVA en la frontera;
 
• Se amplia a dos millones de pesos el monto para tributar en el nuevo Régimen de Incorporación, que incluye los REPECOS y se crea un fondo de compensación para las entidades federativas, como se hizo con el ISAN.
 
• En la Ley de Coordinación Fiscal, destaca el cambio del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) por el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB), el pago directo de la SEP a los maestros, después de un proceso de conciliación de las plantillas entre la SEP y los estados, lo cual viene en un transitorio de la Ley.
 
• Cambios en relación al Fondo de Fomento Municipal y el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), Fondo al que se incorpora al DF, tema pendiente desde su creación.
 
Desde luego habrá que analizarlos, pero lo interesante es que se tiene una importante capacidad de consenso para lograr los acuerdos.
 
En el caso de la Ley de Coordinación Fiscal, hay avances, con cambios tanto en los fondos de participaciones, como en los de aportaciones, y en los transitorios.
 
Interesante lo de la creación del Fondo de Capitalidad, para cubrir parte de los costos que tiene la ciudad por el hecho de ser capital, seguramente con recursos del Ramo 23.
 
Recordemos que el DF es una entidad federativa que recauda casi la mitad de sus ingresos, mientras que el resto de las entidades federativas en conjunto no rebasan el 10 por ciento y su recaudación de predial trae una tasa de 0.4 por ciento en relación a su PIBE que duplica el promedio nacional que es de 0.2 por ciento del PIB. Sin embargo por ser capital incurre en gastos fiscales importantes en temas como el impuesto predial.
 
Por supuesto que hay inconformidades, pero sin duda que si hay cambios, diálogo y claro falta su aprobación definitiva, que seguro cuando esta nota se publique, ya habrá sido votada.
 
Viene el Presupuesto de Egresos, que es materia exclusiva de la Cámara de Diputados.
 
 
 
 

También lee: