El Globo

Brexit en crisis

Leonardo Kourchenko escribe que la muy prolongada negociación entre el gobierno británico y la UE para encontrar el mejor camino para la salida de Gran Bretaña ha provocado múltiples renuncias.

La muy prolongada negociación entre el gobierno británico y la Unión Europea para encontrar el mejor camino para la salida de Gran Bretaña ha provocado múltiples renuncias, rechazos y encontronazos entre ambas entidades.

La primera ministra Theresa May ha concluido la elaboración de un plan que aparenta resolver los principales puntos en conflicto: el primero y más importante, la frontera entre Irlanda (miembro de la UE) e Irlanda del Norte, integrante del Reino Unido. La política de libre tránsito de personas y mercancías entre los miembros, colocaba en una complicada situación a este territorio.

El gobierno de la señora May propuso la existencia de una frontera abierta pero con controles migratorios y comerciales.

El otro punto en conflicto es el evidente tema de los aranceles y los impuestos por el intercambio comercial, financiero, de transporte y de miles de productos. Ahí aún permanecen diferencias.

Pero el tiempo se acaba, para el 29 de marzo según el acuerdo inicial hace ya más de dos años, el Reino Unido deberá abandonar la Unión en los términos que, hasta ese momento, hayan negociado.

El próximo 11 de diciembre se votará en el Parlamento británico el plan de la señora May, que tiene muchas probabilidades de fracasar. No sólo por perder el voto de los miembros del Parlamento que rechazan su plan, sino además, si la derrota es considerable, por arriba de 40 o 50 votos, esto podría incluso costarle el puesto.

Si el Partido Conservador al que pertenece la señora May, considera que el respaldo a su proyecto ha sido un desastre porque ha sido incapaz de encontrar una solución viable para la salida de la Unión, existen altas probabilidades de que el partido convoque a un voto de –no– confianza en su primera ministra. Eso significaría retirarla de esa posición, y que el partido –que conserva aún la mayoría electoral en la Cámara– designe a un nuevo líder. Fue justo el mecanismo promedio del cual, terminaron con 11 –muy exitosos en opinión de muchos– años de liderazgo y gobierno de la señora Margaret Thatcher en 1991. La sucedió otro conservador, miembro de su gabinete que sería primer ministro por los siguientes siete años: John Major.

La señora Thatcher escribió años después, de una supuesta traición por los miembros de su partido.

Pero Theresa May está en campaña: recorre estaciones de radio y televisión así como distritos y comunidades en el Reino Unido pretendiendo promover su plan para convencer a la gente y presionen a sus representantes.

Surge la figura de Michael Gove, secretario de Medio Ambiente, como un posible sucesor de la señora May, aunque defensor del plan de salida.

En el escenario aparecen tres alternativas: aprobar el plan como está, buscar ajustes con los funcionarios de Bruselas para alcanzar mejores condiciones para Gran Bretaña, o repetir el referéndum y consultar nuevamente a la ciudadanía.

Todo estará en el voto parlamentario del 11 de diciembre. El futuro de Theresa May y del Brexit mismo.

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