Leon Opalin

Venezuela recibe oxígeno de Turquía

León Opalín habla sobre el gobierno encabezado por Maduro, el aislamiento comercial al que se enfrenta y señala que estos países comparten un enemigo común: EUA.

El presidente de Turquía, Recep Tayyyip Erdogan, llegó a Caracas en su primera visita oficial, el pasado 3 de diciembre con una promesa de salvación a Venezuela, "nosotros vamos a cubrir la mayoría de las necesidades de Venezuela, tenemos la fuerza y tenemos esa oportunidad", fue acompañado por un amplio grupo de empresarios turcos. Erdogan ha definido a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, demagógicamente y contra la corriente internacional, "como un amigo y líder de un nuevo mundo multipolar", lo cierto que ha sido calificado por la opinión pública internacional, y, por la mayoría de la población de Venezuela, como un genocida. Su régimen ha sido ferozmente represivo y criminal.

Maduro es evaluado como un títere de los narcos y de Cuba; EUA ha acusado repetidamente a su gobierno de violaciones de los derechos humanos, de corrupción y de haber acabado con la democracia en Venezuela.

A dos décadas del chavismo, la situación económica, política y social de Venezuela es desastrosa, verdaderamente dramática con una hiperinflación de alrededor de un millón por ciento en el 2018, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, éxodo de migrantes, más de 4 millones (Venezuela tiene una población de 32 millones) principalmente a países limítrofes: Colombia, Brasil y Guayana en la plataforma territorial y en menor medida a Trinidad Tobago y otras islas del Caribe, y también a Perú, Chile, Argentina y destinos más distantes como México, EUA, Canadá, Italia y España; Venezuela es el país de América Latina que genera más solicitudes de asilo en el mundo.

En Venezuela, se ha extendido el hambre la desnutrición, la pobreza extrema y la criminalidad. La disponibilidad de alimentos y medicinas es escasa; un número importante de personas han muerto por falta de alimentos, medicamentos y atención médica.

En la década 2004-2014 el precio medio del barril de petróleo Brent prácticamente triplicó el del periodo 1998-2003. En este contexto, la estrategia del chavismo se centró en utilizar sus ingresos extraordinarios del petróleo, teniendo en cuenta que prácticamente posee reservas ilimitadas del mismo, para distribuirlos en una estructura clientelar que intercambiaba por apoyos y subsidios lejos de un proyecto típico Occidental de izquierda que se hubiera basado en mecanismos redistributivos que funcionen no de manera discrecional y fuesen sostenibles en el largo plazo, se sometieron al juego político, primero de Hugo Chavez y después de Maduro.

La inyección de liquidez a la economía y la captura de la política por parte del poder Ejecutivo, el despilfarro de recursos, la corrupción en las empresas paraestatales y en el propio gobierno, acabarían por generar una inflación desbordada que, junto con la caída de la actividad productiva, destruyeron el empleo y el poder adquisitivo, dejando a la gente en la pobreza bajo una Venezuela que dejó de ser una democracia.

En este entorno de grave crisis, Turquía se convierte en un as debajo de la manga para el decadente chavismo. Al mando de una nación arruinada y con un gobierno aislado, acusando vehemente a los rigores de las sanciones económicas, internacionales, Maduro "intenta capear el temporal apoyándose en su nuevo aliado". El vicepresidente del área económica de Venezuela, Tarek El Aissami, señaló que la visita de Erdogan a Venezuela es para estrechar lazos de cooperación y darle continuidad a las relaciones que los dos países han desarrollado en los últimos tres años; Maduro estuvo en Ankara, en la toma de posesión de Erdogan, el pasado mes de julio; y en el último año visitó tres veces Turquía y sus ministros viajan con frecuencia a ese país.

Turquía y Venezuela firmaron en 2017 varios acuerdos bilaterales; el comercio entre ambos aún es poco significativo, empero, creciente desde 2015. De acuerdo a cifras del Instituto de Estadísticas de Turquía, fue de 900 millones de dólares de intercambio en los primeros 5 meses del 2018, cifra que superó los 800 millones del total de los últimos 5 años. A pesar de las limitadas relaciones comerciales entre Venezuela y Turquía y separados por una gran distancia geográfica y cultural, el gobierno turco abrió este año una oficina en Venezuela para fomentar los negocios de las empresas turcas, que pueden con su experiencia y habilidades ayudar a las de Venezuela.

Asimismo, mientras muchas compañías aéreas internacionales han suprimido sus rutas hacia y desde Caracas en los últimos años, Turkish Air Lines abrió una que la conecta con Estambul y contempla aumentar su frecuencia.

Maduro señaló que en la reciente visita de Erdogan a Venezuela se manifestó un interés mutuo de invertir más de 5 mil millones de dólares. Erdogan mencionó inversiones en las áreas de energía, minería, turismo, agricultura, transporte, salud, educación y seguridad; en este ámbito, Erdogan pidió "mejorar el ambiente de negocios para los empresarios".

Se considera que Turquía obtendrá una porción de las abundantes reservas de petróleo de Venezuela, la producción del crudo es baja por el momento. También comprará oro y coltan, seguramente a precios muy favorables. Los yacimientos minerales de Venezuela están en el presente explotados anárquicamente; EUA ha mencionado que las minas de Venezuela están bajo el control de grupos criminales tolerados por el gobierno, el desorden prevaleciente en las minas está causando graves daños al medio ambiente. Por su parte, Maduro ha ofrecido a Turquía el máximo de ganancias y regalías.

Por lo demás, Turquía cuenta con agencias de ayuda humanitaria bien dotadas que pueden mitigar parte de la escasez de alimentos y medicinas en Venezuela, sin que su gobierno tenga que recurrir a organismos multilaterales. Sin los alimentos de Turquía, se hubieses generado en Venezuela un caos imposible de controlar por parte del gobierno. Las importaciones de alimentos se hacen principalmente a través de trueque por oro; en el 2018 Venezuela ha exportado oro a Turquía por un valor aproximado de 800 millones de dólares.

Venezuela busca desesperadamente obtener dólares en sus exportaciones a Turquía y a otros países para usarlos en la importación de los bienes que requiere y con ello romper el aislamiento económico que enfrenta. Maduro insiste que su enorme riqueza petrolera y minera, que incluye grandes yacimientos de oro, podrían superar el veto que le han impuesto los mercados internacionales. Sin embargo, la perspectiva no es tan halagadora en el corto plazo; EUA busca obstruir las ventas a Turquía, sus diplomáticos en la ONU han presentado quejas de que Venezuela utiliza a Turquía para hacer llegar a Irán minarles estratégicos, país que está sujeto a sanciones por ser el primer promotor mundial del terrorismo y por su programa nuclear. Igualmente vía el trueque Turquía ayuda a Venezuela a esquivar las sanciones a las que está sujeta por parte de EUA y otros gobiernos.

Turquía y Venezuela comparten un enemigo común, EUA. Maduro señala que a las sanciones que enfrenta son "el fruto de los intentos del imperialismo Yanqui para destruir a Venezuela en virtud de que dificultan sus exportaciones y su financiamiento, hacen que el país se vea golpeado por lo que el FMI califica como una de las peores crisis de la historia. A su vez, Turquía se ha distanciado del que fuera uno de sus principales aliados, EUA, a quien Erdogan reclama le entregue a Fetullah Gülen el clérigo residente en EUA a quien acusa de planear la rebelión militar que intentó derrocarlo en julio de 2015. En este ámbito, después de que las autoridades turcas detuvieran a un pastor evangélico estadounidense acusado de espionaje y de participar en el alzamiento contra Erdogan, EUA impuso sanciones contra varios funcionarios turcos.

Basem Tejeldine, analista internacional que trabajó varios años en la Cancillería Venezolana y simpatizante con el chavismo ha dicho que "Turquía se está alejando del bloque conformado por la OTAN y EUA y se inclina hacia otros focos alternativos como China y Venezuela".

Tras denunciar el presidente Nicolás Maduro que EUA, aliado con Colombia y Brasil, preparan un golpe de Estado contra su gobierno, Venezuela y Rusia realizarán maniobras aéreas combinadas, con el arribo de dos bombarderos estratégicos del Kremlin con capacidad para transportar armas nucleares.

El Ministerio de Defensa ruso informó que los aviones de combate Tu-160 aterrizaron en el aeropuerto de Maiquetía, en las afueras de Caracas, y un centenar de pilotos tras un vuelo de 10 mil kilómetros.

En un contexto de creciente presión internacional, y con la amenaza de nuevas sanciones, el régimen chavista de Nicolás Maduro trata de superar su aislamiento internacional con una exhibición de fuerza. No serán más que unas demostraciones, pero son un aviso con dos finalidades. En primer lugar, tratar de demostrar que el país no está solo en el tablero internacional. En segunda instancia, dar un mensaje militarista. Asimismo, en su reciente viaje a Teherán, Maduro logró que el gobierno iraní se comprometiera a enviar a su país dos o tres naves con helicópteros especiales, "en una misión que podría durar cinco meses".

En tanto, el coronel Robert Maning, portavoz del Departamento de Defensa de EU, criticó el envío de bombarderos rusos a Venezuela. "El enfoque de nuestro país hacia la región difiere del de Rusia. En medio de la tragedia, los rusos envían bombarderos a Venezuela y nosotros mandamos a la región el buque hospital USNS Comfort", sostuvo Manning. Instó al gobierno de Maduro a "centrarse en ofrecer ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento de su gente", en vez de aceptar el apoyo militar de los rusos.

No se descarta que EUA con un grupo de naciones de América Latina y con ayuda del propio Ejército de Venezuela intenten dar un golpe de Estado a Maduro.

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