Leon Opalin

Conspiración mediática contra Israel

León Opalín indica que los medios presentan a este país como militarista, que somete y, frecuentemente masacra a las poblaciones palestinas; sin embargo, los israelíes han ayudado a otros en emergencias y generan tecnología.

Existe una permanente conspiración silenciosa contra Israel referida a lo que los medios no dicen o no difunden de ese país en relación a sus acciones positivas hacia los árabes israelíes y los palestinos y, en general, respecto a la ayuda humanitaria, tecnológica, científica, económica y social que brinda a países o grupos en diferentes partes del mundo. Por el contrario, los medios presentan a Israel como un país militarista, que con un régimen de Apartheid, somete y, frecuentemente masacra a las poblaciones palestinas; la reencarnación de los Protocolos de los Sabios de Sion, un libelo antisemita publicado por primera vez en 1902 en la Rusia zarista, cuyo objetivo era satanizar a los judíos y justificar ideológicamente los pogromos (matanzas multitudinarias contra la población judía).

Así por ejemplo, en el arriesgado y complicado rescate de 12 niños y su entrenador tailandeses que se quedaron atrapados durante 9 días en un sistema de cuevas de una montaña, en apoyo internacional, resulto vital la tecnología de comunicación que aportó Israel desde el inicio de las operaciones para llegar a un buen fin. Los medios prácticamente no hicieron referencia a la sobresaliente ayuda de Israel, e incluso, la mayor parte la ignoró; el silencio de los medios en este caso y en muchos otros más, Israel es ignorado.

La conspiración del silencio contra Israel se mezcla con las acusaciones, tergiversaciones y falsas noticias que se distribuyen "por la engrasada máquina de los medios de comunicación en su guerra mediática contra Israel, sus ciudadanos y los judíos del mundo". Una maquinaria que se pone en marcha principalmente con los recursos de Irán, de la Autoridad Nacional Palestina, de Hamas, de Hezbolá y de otros gobiernos teocráticos islámicos, de organizaciones neofascista de Europa y de otras latitudes, principalmente; sus medios respiran amenazas y conjuras de manera permanente contra Israel y el mundo judío.

La mayoría de los medios internacionales han querido silenciar la capacidad, innovación y experiencia de Israel en el campo de la ayuda humanitaria. En la realidad no hay catástrofe, terremoto, inundación, incendio o secuelas que dejan las guerras, en las que no está presente la ayuda humanitaria, tecnología y de logística de Israel. Incluso han prestado ayuda humanitaria a sus enemigos, como Siria, país con el que ha librado varias guerras y episodios bélicos desde su creación como Estado en 1948.

Ciertamente, desde el 2013 con la cooperación de una organización humanitaria de EUA, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) establecieron en la frontera con Siria un hospital de campaña secreto en el atendieron hasta agosto del 2018 a miles de pacientes, heridos de guerra, incluyendo terroristas; fue cerrado recientemente ante la preocupación de Israel de que una vez que el Ejército sirio del dictador Bashar al Assad, después de una guerra que se inició en el 2011, prácticamente venció a los rebeldes que se levantaron contra su régimen y al Estado Islámico (EI) y otras organizaciones, se aproximó a las Alturas del Golán.

El personal del hospital de campaña fueron militares israelíes sin uniforme sometidos a un riguroso entrenamiento para atender heridos de guerra. El hospital tenía una sala de urgencias, una de cuidados intensivos, un quirófano, un laboratorio móvil, una farmacia, y un centro de rayos X. El hospital se convirtió en un centro de atención para miles de soldados, niños, ancianos y mujeres heridos de guerra que cruzaron la frontera. Los que recibieron un tratamiento breve, fueron reenviados a la frontera Siria y los que estaban más graves, fueron remitidos a hospitales civiles en el norte y centro de Israel.

Al principio los heridos sirios los veían con recelo a los médicos israelíes, empero, pronto se dieron cuenta que estos últimos no eran los malvados que se les había inculcado en Siria. Comprendieron quién era el verdadero enemigo.

El hospital de campaña no solo trató a personas heridas, también a gente enferma, además del tratamiento médico, se les otorgó comida y ropa. Paralelamente, a solicitud de médicos sirios, los israelíes establecieron una clínica en la frontera de Siria para las mujeres que iban a dar a luz y no podían llegar a otras clínicas de Siria por el conflicto bélico. A pesar de esta valiosa ayuda médica de Israel a heridos de guerra y pacientes sirios, en redes se ha culpado a los israelíes de traficar con órganos humanos.

En contraposición al trato humanitario de Israel a las víctimas de la guerra en Siria; los refugiados palestinos en Líbano, alrededor de 200 mil, son víctimas del Apartheid y las leyes discriminatorias vigentes en ese país; en este ámbito, un niño palestino de 3 años murió hace una semana a las puertas de un hospital porque le negaron atención médica; los refugiados palestinos en Líbano viven en campamentos en condiciones deplorables.

Por otra parte del total de la población de Israel en el presente, casi nueve millones, 6.6 millones son judíos, 1,850 millones ciudadanos árabes israelíes y el resto cristianos no árabes o miembros de otros grupos étnicos. Es de destacar, contra lo que difunden los medios internacionales, especialmente los europeos; los árabes israelíes gozan de todos los derechos, prerrogativas y obligaciones de los judíos. Incluso tienen representantes en el Parlamento de Israel; de manera creciente están ocupando posiciones clave en instituciones judiciales, educativas y de salud, entre otras. Es común que representen a Israel en Congresos Internacionales de toda índole, en encuentros deportivos, festivales, etc; existe una campaña para reclutar a árabes cristianos en las FDI.

En relación a la población palestina que vive en Cisjordania y Jerusalén Este, alrededor de 3.5 millones en el primer caso y aproximadamente 600 mil en el segundo, la situación es muy compleja por los muros y vallas que rodean Cisjordania como una medida de defensa para los 600 mil judíos que viven en esa región y en general, para evitar la infiltración de terroristas a Israel; al mismo que las vallas y muros constituyen barreras se dificultan los movimientos para el acceso de miles de palestinos que diariamente cruzan hacia Israel para trabajar, recibir atención médica y otros propósitos. Hay gran malestar entre los palestinos por los controles militares establecidos para ellos, lo que ciertamente genera rechazo contra los israelíes, más aún cuando sus líderes alimentan en escuelas, mezquitas y medios de comunicación el odio y la violencia contra los judíos.

En la Franja de Gaza, donde residen 2 millones de palestinos, la violencia y el odio contra los judíos son muy exacerbados porque está región es gobernada por Hamas, una organización terrorista que no admite la existencia de Israel. Las FDI y Hamas han enfrentado cruentas guerras en las que este último ha utilizado a la población como escudos humanos, Gaza vive una crisis humanitaria y Hamas en vez de que la remedie, utiliza los recursos que recibe de Occidente para fabricar misiles y túneles hacia territorio israelí para cometer actos terroristas.

Pilar Rahola, periodista catalana, es quizá la persona más activa en el mundo no judío que con gran fervor a Israel y a los judíos, es la voz que ha hecho evidente la conspiración del silencio y distorsiones de la información de los medios contra Israel.

Rahola expresa de manera que, haga lo que haga Israel, lo hará mal porque no tiene opciones, que a pesar de que los medios no le dan un respiro, no solo puede hacer nada más de lo que hace: intentar sobrevivir. Rahola añade que en todos los momentos de la historia de Israel ha intentado todas las opciones, las duras y blandas, los halcones y las palomas, y siempre se ha quedado sin ellas por que el otro lado solo tiene una opción: la guerra eterna hasta la destrucción de Israel, no hay ningún gesto que apunte a la negociación y así va sobreviviendo con sus aciertos y sus errores, tratando de mantener una sólida democracia en medio de un polvorín de tiranías fanáticas y violentas. Israel es solo una parte de la conspiración del silencio de los medios sobre la injusticia, la pobreza, la esclavitud, el racismo, las guerras y un sinnúmero de complejos fenómenos humanos que se experimentan en el mundo.

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