Opinión

La reforma energética


 
Alberto Núñez Esteva
 
 

Yo, ciudadano de a pie, escucho más y más acerca de esta tan llevada y traída reforma energética. En esta ocasión me limitaré a opinar acerca del asunto petrolero, y en otra comentaré lo relativo a la CFE. Hoy escribo como uno de tantos ciudadanos al que le han dicho que es uno de los dueños de Pemex.
 
 

1.- ¿Qué deseo de la cada vez más famosa reforma energética? Que la reforma surja de un diagnóstico realista: El desastre que es y ha sido Pemex durante muchos años es debido, entre otras cosas, a:
 
 

--La corrupción imperante y la decidida incorporación del crimen organizado, quien, entre otras cosas, ordeña los ductos de la empresa en obvia colusión con funcionarios de la misma.
 
 

--Los privilegios sindicales expresados en prestaciones a los trabajadores fuera de toda proporción y con un líder sindical modelo de corrupción y extravagancia (la reserva que aparece en los estados financieros al 31 de diciembre del 2012 para beneficio de los empleados --con cifras expresadas en miles de pesos- asciende a $ 1,286,540,759, equivalente al 56% del pasivo total de la empresa y al 78% de las ventas del último año).
 
 

--La clara ineficiencia operativa que ha provocado la importación necesaria del 49% de la gasolina que consumimos, el desplome de la producción petrolera, una demanda de gas en ascenso que no podemos proveer, y una planta de trabajadores en comparación con los barriles de petróleo producidos, de las más ineficientes del mundo
 
 

--La incapacidad para explotar, por falta de tecnología y recursos financieros, el gas y el petróleo que se encuentra en yacimientos no convencionales.
 
 
--Al saqueo por parte de la Secretaría de Hacienda de todas las utilidades y más recursos de la empresa, para compensar su incapacidad para allegarse por los medios tradicionales de los recursos fiscales necesarios para la buena marcha del país.
 
 
En consecuencia, Pemex muestra un patrimonio negativo al 31 de diciembre del 2012 por $271,065,850 miles de pesos, después de una aportación del Gobierno Federal por $178,730,591 miles de pesos.
 
 
2) ¿Qué quisiera yo, dueño de Pemex (aunque creo que los verdaderos dueños son el sindicato, el crimen organizado y la Secretaría de Hacienda) y contribuyente cumplido de mis obligaciones fiscales, con relación a esta reforma energética?
 
 

a) La conservación del recurso petrolífero en manos de la Nación, garantizando la rectoría del Estado en materia de política energética y, en paralelo, reforzando jurídicamente a los órganos reguladores.
 
 

b) La optimización en los proyectos de extracción de todos nuestros recursos petroleros y de gas a la brevedad posible, particularmente en los yacimientos no convencionales, en beneficio de los mexicanos.
 
 

c) Impulso a la formación de alianzas con empresas privadas nacionales y extranjeras para allegarnos del capital y la tecnología que carece Pemex, sin por ello sacrificar la propiedad de la Nación sobre el petróleo.
 
 

d) La participación privada sin límite alguno, pero prohibiendo prácticas monopólicas, en todo aquello ajeno a la exploración y explotación directa de los mantos petroleros, esto es, en la refinación, en la distribución, en el transporte (incluyendo ductos) y en la venta al consumidor.
 
 

e) La promoción de empresas medianas y pequeñas, y su participación en todos estos procesos, procurando generar el máximo contenido nacional.
 
 

f) Generación masiva de empleos dignos, con especial énfasis en la capacitación del personal y en la formación de personal especializado.
 
 

g) Eliminación de los subsidios, con precios competitivos al consumidor de los derivados del petróleo y del gas.
 
 

3.- En lo que toca a Pemex, propondría: a) Limitar el papel del sindicatos a atender los asuntos de los trabajadores y su retiro del Consejo de Administración (si acaso conservando sólo un representante que no sea su líder), y se revisen a la baja el paquete de prestaciones. b) Implantar las mejores prácticas de gobierno corporativo tendientes a mejorar drásticamente la eficiencia y productividad, desterrar la corrupción e impulsar sin dilación la transparencia y rendición de cuentas en todos los niveles. c) Integración de ciudadanos de reconocido prestigio personal y profesional en el Consejo, expertos en el manejo de empresas con la complejidad de Pemex. d) Colocación programada de acciones de capital minoritario en la bolsa de valores de México, que sólo puedan ser adquiridas por mexicanos y con un límite para cada inversionista. e) Etiquetar parte de la renta petrolera para financiar la transición hacia energía alternativa en el mediano y largo plazos.
 
 
Como mexicano amante de su país, exijo que la discusión de esta Reforma, donde hay varias tesis presentes, se haga en forma civilizada y se evite a) La presentación de preguntas amañadas a la opinión pública, con respuestas previstas de antemano, como medio de presión política; b) La típica movilización organizada por líderes por todos conocidos, quienes por carecer de argumentos técnicos y de negocios, pretenden imponer sus posiciones conservadoras recurriendo a sentimientos y a descalificaciones irracionales. Acusan de traidores a la patria a quienes no piensan como ellos, pero les sugiero que antes de descalificar, se miren ante el espejo y se pregunten: ¿Quiero el bien de la mi patria, o el reposicionamiento de mi cada vez más deteriorada imagen política? ¿Quién traiciona a quién?
 
 
alberto.nunez33@gmail.com
 

Presidente de Sociedad en Movimiento La reforma energética.
 
 
 
 
 

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