Julio Madrazo

Urgen cabeza fría y calma

Cuando los legisladores envíen una iniciativa sin sentido, habrá que actuar de manera inmediata para corregirla y trabajar junto con el Ejecutivo para hacerlo.

La caída de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de los últimos tres meses ha sido la más grave en años. El Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) pasó de 50 mil unidades a finales de agosto, a 39 mil unidades al cierre del lunes. La acción de Banorte, por ejemplo, pasó de valer 123 a 83 pesos en 15 días. Esta caída se debe a factores internos y externos. Poco podemos hacer con las variables globales de incremento de tasas en EU, la caída del precio del petróleo o la incertidumbre de Brexit en Europa, entre otras. Sin embargo, en lo que toca a factores internos, todos debemos actuar con más calma, responsabilidad y ecuanimidad.

Nos está saliendo muy caro que en el Legislativo se presenten iniciativas de ley, como la de las comisiones bancarias, la minera o la de Afore, de las últimas tres semanas. Si bien son iniciativas contrarias a las políticas públicas que serán impulsadas por López Obrador y su gabinete, generan mucha incertidumbre y minan la confianza en México.

Ante estas profundas diferencias, y la posibilidad de que las iniciativas prosperen, los 'mercados' optan por otros países. El capital no tiene principios, busca rentabilidad, y sin ningún escrúpulo ve la administración de Bolsonaro con menor riesgo y más apetito.

Lo grave de todo esto es que si los analistas que componen a los mercados, legisladores y Ejecutivo no actúan con más calma y ecuanimidad, la economía mexicana en su conjunto sufrirá una pérdida de valor y bienestar inmensos, afectando más a quienes menos tienen.

Cuando los legisladores envíen una iniciativa sin sentido, habrá que actuar de manera inmediata para corregirla. Será indispensable trabajar junto con el Ejecutivo para hacerlo. Precisamente el proceso legislativo es una oportunidad para enmendar dichas iniciativas. La prisa de los inversionistas por proteger sus fondos, saliendo de México, no es el camino para hacerlo. Los mercados pueden ser un contrapeso real, pero el próximo gobierno necesita de más ecuanimidad de parte de los inversionistas institucionales para construir el país que los mexicanos exigen: uno de legalidad, equidad y paz.

El viernes pasado, el senador Ricardo Monreal, Carlos Urzúa y Marcos Martínez, de la ABM, sostuvieron una reunión de trabajo positiva. Calificaron el encuentro como constructivo y los banqueros emitieron un boletín que, entre otras cosas, dice: "La ABM subrayó la necesidad de profundizar en la inclusión financiera y que los mexicanos gocen de un mejor acceso a los servicios que demanden". ¿No podrían haber empezado todos por ahí?

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