Julio Madrazo

Primer debate, dos acciones contundentes

Hay dos temas en los que los principales candidatos dicen estar de acuerdo: eliminar el fuero para políticos y dar seguridad social a los trabajadores domésticos.

El domingo 22 tendrá lugar el primer debate presidencial. Sería muy importante que millones de mexicanas y mexicanos lo vean. Todos debemos promover que así sea.

En el debate, más allá de la retórica de lo que dirán en materia de combate a la corrupción, inseguridad y democracia, creo que los candidatos deberían demostrar que están dispuestos a impulsar el cambio desde ahora, y no esperar hasta 2019 ya en funciones.

Hay dos temas en los que los tres principales candidatos dicen estar de acuerdo: eliminar el fuero para políticos y dar seguridad social a las empleadas y empleados domésticos como lo establece el Convenio 189 de la OIT. En el primer tema, el fuero de los políticos se ha convertido en un insulto para la ciudadanía: un privilegio más y un escudo de impunidad.

En el segundo, en nuestro país hay 2.4 millones de personas empleadas del hogar, 95 por ciento son mujeres, lo que equivale a que una de cada 10 mujeres económicamente activas en México se emplea como trabajadora del hogar. Más de 70 por ciento gana menos de dos salarios mínimos, cerca de 80 por ciento es madre y de éstas un 20 por ciento está sola.

A pesar de que el trabajo de este sector contribuye sustancialmente a la economía, el desarrollo y el bienestar de millones de hogares del país, 97 por ciento no tiene acceso al sistema de salud público o a prestaciones laborales, profundizando su situación de discriminación. La Ley Federal del Trabajo y la Ley de Seguridad Social excluyen explícitamente a este sector de los derechos laborales que el resto de las y los trabajadores. Los tres candidatos, Anaya, López Obrador y Meade, se han manifestado a favor de terminar con esta situación.

En suma, las bancadas de Morena, PT, PRI, PVEM, NA, PAN, PRD y MC podrían legislar la próxima semana para eliminar el fuero de nuestra Constitución, así como de ratificar el Convenio 189 de la OIT. Que el debate presidencial sea de compromisos reales, y no de promesas al viento.

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