Julio Madrazo

Irlanda vs. Arriola

Mientras Irlanda votó por eliminar la prohibición para el aborto, el candidato del PRI en la CDMX enarbola una agenda conservadora y de derecha.

El viernes de la semana pasada, los irlandeses salieron a votar para eliminar la octava enmienda de su constitución, que prohíbe el aborto en cualquier situación o circunstancia. Después de la ley en Polonia, Irlanda tenía la legislación más restrictiva en contra de la voluntad de una mujer por interrumpir su embarazo. El gobierno, que promovió el cambio, ha dicho que enviará a la brevedad al Parlamento la iniciativa de ley que modifique la enmienda. Irlanda tendrá una legislación moderna para darles derechos a las mujeres sobre su cuerpo.

Para sorpresa de muchos, la abrumadora mayoría de la población irlandesa, sociedad católica y de fe, votó a favor de eliminar la susodicha enmienda. La votación se ganó en todos los distritos electorales, salvo en uno. Votaron a favor todos los irlandeses, salvo los mayores de 65 años. Es decir, con un voto de 68 por ciento a favor del YES, la sociedad irlandesa le demostró al mundo que se puede ser una sociedad moderna, sin claudicar a la religión. La campaña en contra del cambio de la enmienda estuvo apoyada por organizaciones católicas de derecha (ProVida y otras), que en todo el mundo promueven una agenda a favor de la eliminación o penalización del aborto, y dónde México ocupa un lugar importante. Estas organizaciones deben estar aún más alteradas, ya que además la victoria del YES tiene lugar a unos meses de la visita del Papa Francisco, que será la primer visita de un Pontífice en casi 40 años.

Lo anterior contrasta con la agenda conservadora del candidato del PRI en la CDMX. Mientras que Irlanda nos da muestra de ser una sociedad católica moderna, aquí el PRI eligió enarbolar una agenda conservadora y de derecha, como estrategia de campaña. Según las encuestas, la estrategia ha sido positiva para Arriola, quien además utiliza frases como tener "huevos" para acabar con la violencia, cuando sus dos principales contendientes son mujeres. Propaganda sexista, innecesaria e irrespetuosa.

¿No será que podemos tener debates de altura, como el que se dio en Irlanda, incluso en temas tan complejos como el aborto y de paso también en materia de seguridad pública?

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