Jorge Berry

Mueller se acerca

Jorge Berry plantea que para Donald Trump mentir es una forma de vida y será incapaz de controlarse.

Sólo una semana y esto ha pasado en Washington: Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, dijo en un discurso que los inmigrantes son unas serpientes ponzoñosas; que él hubiera entrado hasta desarmado a enfrentar al asesino de la secundaria de Florida; se enfureció en una llamada telefónica con el presidente de México y se negó a reconocer públicamente que México no pagará por el muro; envió a su hija Ivanka a una delicada misión diplomática a Corea del Sur, tema que ella desconoce por completo; llamó por teléfono a Fox News para afirmar, por enésima ocasión, que no hubo colusión de su campaña con los rusos; tuvo serias diferencias con los gobernadores de su país respecto al control en la venta de armas; aunque no lo dijo, parece que va en aumento la tensión entre Trump y su esposa Melania.

Cada una de estas notas da para un artículo completo. De ahí que sea fácil perder de vista lo realmente importante a favor de atender lo urgente. Y es aquí donde hay que detenerse en la discreta pero poderosa figura de Robert Mueller III, el fiscal especial responsable de la investigación sobre la intervención rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.

Mueller fue nombrado el 17 de mayo de 2017 para encargarse de la investigación que inició el exdirector de FBI, James Comey, y que comenzó en plena campaña presidencial a principios de 2016. Al avanzar las pesquisas, el presidente Trump decidió despedir a Comey ante la negativa del FBI de cerrar el caso. Por ello, el Departamento de Justicia nombró a Mueller para continuar la investigación.

Hasta ahora, Mueller ha presentado cargos contra 19 personas y varias empresas, acercándose cada vez más al círculo cercano de Trump. Varios acusados se declararon culpables y están colaborando con el fiscal en la investigación a cambio de una reducción de cargos y una sentencia benévola. Estos son los peces gordos:

General Michael T. Flynn, asesor de seguridad nacional durante sólo 24 días, fue acusado de mentir al FBI sobre el contenido de sus conversaciones con el entonces embajador ruso Sergei Kislyak. Hay otros delitos que cometió junto con su hijo, que no serán perseguidos mientras siga cooperando. No se sabe qué información ha aportado a la investigación, pero su cercanía con Trump durante la campaña lo hace peligroso para la Casa Blanca.

George Papadopoulos, asesor de política exterior en la campaña de Trump. Acusado de mentir al FBI, se declaró culpable y dispuesto a cooperar con la Fiscalía. En una borrachera, Papadopoulos reveló a un diplomático australiano que mantenía contactos con oficiales del gobierno ruso para lograr una reunión entre Trump y Vladimir Putin durante la campaña. Puede tener información delicada respecto al nivel e importancia de los contactos rusos con el equipo de Trump.

Paul Manafort, cabeza de la campaña de Donald Trump de junio a agosto de 2016. Durante su mandato, se dio la famosa reunión en la Torre Trump entre él, Jared Kushner -el yerno- y Donald Trump hijo, con un grupo de rusos cercanos a Putin, que ofrecían información comprometedora sobre Hillary Clinton, la candidata demócrata. Manafort se declaró inocente, y si no decide cooperar, enfrenta 32 cargos a nivel federal que van desde fraude bancario hasta lavado de dinero. También hay cargos contra él en el estado de Virginia, donde no es sujeto de un perdón presidencial.

Rick Gates, socio y segundo de a bordo de Manafort, recibió cargos muy similares, y además mintió al FBI ya que estaba acusado. Por ello, decidió declarase culpable. Después de que Manafort renunció a la campaña, Gates siguió en el equipo Trump, trabajó en la transición y se comprometió con Mueller no sólo a dar información sino también a testificar.

Hasta ahora, es lo que ha mostrado Mueller. Pero nadie sabe qué más tiene. La familia de Trump, su hijo Donald Jr. y su yerno Jared, parecen vulnerables. Pero tal vez el más vulnerable sea el propio presidente, sobre todo, si es obligado a testificar bajo juramento. Para Donald Trump, mentir es una forma de vida, y será incapaz de controlarse.

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