Parteaguas

Seis niños enfrentan miles de cerdos

La orina y el excremento de cerdo que contaminan los cenotes de Homún están conectados con las oficinas de Grupo Kuo, indica Jonathan Ruiz.

Piensen en cenotes. En la península del sur éstos son el drenaje de todo lo que baja la lluvia desde la superficie.

Seis niños, que hasta ahora así son referidos, suponen que los cenotes de Homún que cuidaron sus padres y sus abuelos son contaminados por orina y excremento de cerdo proveniente de la nueva granja más grande que han visto y por eso buscaron un amparo que pare su funcionamiento. Una juez yucateca ya lo concedió.

El riesgo existe, pero la afectación debe ser confirmada aún. Este conflicto tiene venas que lo conectan al corazón de la Ciudad de México, concretamente a las oficinas de Grupo Kuo, de Fernando Senderos Mestre.

Este conglomerado tiene un negocio creciente de venta de carne de cerdo que de a poco se convirtió en el más importante para la compañía que también vende autopartes.

La subsidiaria dedicada a la actividad porcícola es Kekén, que comprometió inversiones por unos 10 mil millones de pesos en Yucatán, en donde hacen falta para la transformación económica de la entidad cuyos nuevos funcionarios estatales encabezados por el Gobernador Mauricio Vila, y su antecesor, Rolando Zapata, buscan con ahínco .

Kekén vende sus productos en su cadena de tiendas Maxicarne y de modo creciente los exporta a Japón y ahora al parecer, a China.

La granja de cerdos de Homún, Yucatán, no le pertenece a Kekén, sino a una empresa llamada Propiedad Alimentaria Porcícola, posiblemente vinculada con la familia de un grupo local de medios de comunicación. Pobladores aseguran que surtirá a las plantas procesadoras de Kekén, instaladas muy cerca de Mérida.

El vínculo con la granja en conflicto no ha sido negado por la hueste de Senderos Mestre.

Kekén ofrece además de inversión, empleos útiles en el estado, mismos que de acuerdo con empresarios locales están en riesgo ante la suspensión definitiva de actividades de la granja que de manera cautelar fue dictada esta semana por la juez cuarto de distrito de Yucatán, Miriam Cámara Patrón, abogada por la Autónoma de Yucatán.

Las mismas fuentes advierten de que el pleito habría provocado ya el coqueteo de Kekén con el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, presuntamente interesado en que su estado sirva de eventual destino sustituto de inversiones.

¿Qué vio la juez? Que los constructores no habían concluido la planta procesadora de desechos de los casi 50 mil cerdos que ahí convivirán de manera concurrente, lo que pone en riesgo de contaminación el agua de los cenotes locales. Hoy posiblemente ya están ahí miles del total que habitará el predio, animales que habrá que ver quién puede cuidarlos en tanto esto queda resuelto.

Falta ahora un proceso de investigación que establezca si en verdad los ríos subterráneos serán contaminados o no, amén de una pugna que en última instancia, como casi con cualquier amparo, puede ir a dar a la Corte.

De regreso a los niños… ¿Quién los apoya con abogados? Una asociación civil llamada Equipo Indignación. Ya platicaremos de ellos.

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