Entorno Económico

¿Se puede crecer al 4.0%?

Un crecimiento de 4.0 por ciento es alcanzable e incluso ha ocurrido en el pasado, pero hay dos consideraciones que determinarán dicha meta, explica Joel Virgen.

Sí, se puede. De hecho, nuestra economía ya ha registrado dicho nivel de avance anual en el pasado. No obstante, el ritmo de crecimiento de largo plazo de la economía mexicana es muy inferior a tal nivel. Así, la promesa del gobierno electo de crecer 4.0 por ciento durante su sexenio luce por demás retador. A continuación, dos consideraciones sobre la factibilidad de dicha proyección, una para el corto y otra para el mediano y largo plazo.

En los últimos 20 años, la economía mexicana ha reportado crecimientos iguales o superiores a 4.0 por ciento en siete ocasiones. No obstante, el avance promedio durante ese mismo plazo fue inferior al tres por ciento. Más aún, tomando el último ciclo de negocios completo, la tasa de avance económico promedio ha sido cercano a 2.0 por ciento.

Aquí mi primer comentario, sobre todo relevante para el corto plazo: claro que es factible crecer un año a un ritmo de 4.0 por ciento o superior. Sin embargo, sin el tiempo suficiente para generar los cambios estructurales que saquen de su órbita de 2.0 por cierto al crecimiento económico de México, se tendrían que materializar circunstancias muy específicas para lograrlo.

A riesgo de ser superficial, mencionaría que al menos en cinco de las siete ocasiones en que se ha crecido a niveles superiores a 4.0 por ciento en las últimas dos décadas se han reportado de manera simultanea elevadas tasas de avance de la economía estadounidense (y su industria) y un entorno de depreciación del peso (favorable a una mayor competitividad exportadora).

De esta forma, me aventuro a pensar que un crecimiento superior a 4.0 por ciento sin trasformaciones de fondo en nuestra economía no sería sostenible. Por el contrario, sería condicionado por la naturaleza del ciclo económico de Estados Unidos -nuestro principal socio comercial- y a un contexto favorable en términos competitivos. El actual contexto proteccionista, aderezado con una inconclusa negociación del TLC, las actuales condiciones restrictivas de las políticas fiscal y monetaria y la expectativa de desaceleración de la economía de Estados Unidos a partir de 2019 complicaría la meta mencionada.

En cuanto al largo plazo, el ritmo de avance cercano a 2.0 por ciento ha probado ser un nivel altamente 'magnético' en términos históricos. Es la estructura económica local la que parece determinarlo y sus causas parecen ser varias.

Por ejemplo, el índice de competitividad desarrollado por el World Economic Forum nos sugiere que los retos de esta economía se encuentran concentrados en sus altos índices de corrupción, su ineficiente burocracia gubernamental, sus retos impositivos, su limitado acceso a financiamiento, la ineficiente provisión de infraestructura y mano de obra capacitada, la restrictiva regulación laboral, la limitada capacidad para innovar y la inestabilidad política, entre otros.

Así, desde una perspectiva de largo plazo, el impulso hacia un mayor nivel de crecimiento sostenible parecería tener como escala forzosa la superación de alguno(s) de los retos estructurales arriba mencionados.

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