La Nota Dura

¿México cuándo?

Javier Risco escribe que, tal como en los años 90 pasó con los crímenes de las mujeres, hoy no hay forma de llamar –ni juzgar– los crímenes contra la comunidad LGBTTTI.

Hoy la palabra 'feminicidio' es algo que entendemos y que hemos adoptado como la forma de llamar al homicidio de una mujer por razones de género. Hoy, que un hombre mate a su pareja por celos tiene un nombre y se persigue legalmente como tal. Y aunque es cierto que muchos de estos crímenes son invisibles aún en el país, como lo relató la periodista Valeria Durán en su reportaje 'Las muertas que no se ven', ya hay un tipo penal que obliga al Estado a generar políticas públicas que atiendan esta grave y creciente problemática.

Dicen que lo que no se puede nombrar no existe… o eso pareciera. Por ello, tal como en los años 90 pasó con los crímenes de las mujeres, hoy no hay forma de llamar –ni juzgar– los crímenes contra la comunidad LGBTTTI. Y sin embargo es un problema que existe… que crece… que es de urgente atención si queremos presumir vivir en un país de libertades.

México es el segundo país con más crímenes a personas LGBTTTI. Sólo nos supera Brasil, de acuerdo con lo que ha documentado la organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos, una de las que desde hace años alertan del problema.

Ayer, en una nota del sitio de noticias Méxicopuntocom, alertaban de un panorama preocupante al que no hemos puesto atención porque la falta de un nombre lo ha hecho invisible: están matando personas por decisiones que son del ámbito personal y que se incluyen en el derecho del libre desarrollo de la personalidad.

"De acuerdo con datos que nos facilitó el Centro de Apoyo a las Identidades Trans, de los 422 asesinatos que han documentado de 2007 a 2017, los dos últimos años han sido los peores. El 2016 tiene 80 crímenes, y 2017, 59". En su análisis, destacan que estos asesinatos tienen en común la impunidad y falta de consecuencias para los responsables. También los ven como un "castigo social" a las víctimas, con violencia, tortura y exhibición de los cuerpos", dice la nota que fue motivada por un comunicado de la ONU en el que alerta a México de esta problemática.

Según el Alto Comisionado se trata de crímenes que deben investigarse de manera imperativa y exhaustiva para terminar con la impunidad que los ha caracterizado y que es un aliciente para que se sigan cometiendo. Un crimen por razones de odio, porque a alguien no le parece la forma de vivir y amar de alguien más, es un crimen que debe perseguirse de forma distinta a un homicidio simple o doloso. Tal cual como hoy se sabe deben investigarse aquellos crímenes contra las mujeres.

De acuerdo con las organizaciones sociales y activistas que han documentado el tema, una persona trans tiene un promedio de vida en México de 35 años… ¡35 años! ¿Por qué en México no nos está importando que exterminen a esta comunidad?

El informe 'Violencia, impunidad y prejuicios. Asesinatos de personas LGBT en México 2013-2017' concluye que a pesar de los avances que se han dado en los últimos años en el reconocimiento de derechos a las personas LGBT en México, la violencia ejercida en su contra no disminuye. De hecho, este documento, disponible en línea, arroja una cifra de al menos 381 personas lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgénero o intersexuales han sido asesinadas en México. ¿Un dato más preocupante? Entidades como la Ciudad de México, donde las políticas públicas en favor de esta comunidad han tenido uno de los mayores avances y protección, son también uno de los focos rojos de estos crímenes. Es importante recordar el caso de Paola Ledezma, una mujer trans asesinada en 2016 en plena avenida Insurgentes, con dos testigos del hecho y cuyo crimen quedó en la impunidad, pues el Ministerio Público no aportó los elementos suficientes que permitieran que el imputado fuera llevado a juicio.

En América Latina hay un país que ha dado ejemplo recientemente de un avance en el tema. Hace unas semanas, en Argentina se emitió la primera sentencia condenatoria por el delito de travesticidio. El crimen contra Diana Sacayán no quedó impune y la condena fue de cadena perpetua, pero el mensaje es más poderoso: es un paso adelante. Es el primero, pero no será el único. ¿México cuándo?

En diciembre, tanto a la CDMX como al país llegarán gobiernos que se han dicho ser de izquierda… quienes defienden los derechos de la comunidad LGBT saben y han dicho que no basta sólo con la aprobación del matrimonio igualitario en la Constitución, sino que es necesario garantizar una protección integral para que haya igualdad de derechos. Incluir una reforma al Código Penal que nos dé un término símil al feminicidio para llamar a los crímenes en razón de género, porque sólo hasta que tengan un nombre, van a existir para las autoridades que deben perseguirlos y prevenirlos.

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