La Nota Dura

135 minutos

Según datos del Inegi y de la Envipe, el estado que tarda más en atender las denuncias penales es Guerrero, con un promedio de 212 minutos.

Después de hacer la compra en una tarde cualquiera, pasadas las seis de la tarde, en Chilpancingo, Guerrero, una pareja es encañonada en una esquina, les piden celulares y cartera, la rutina diaria de la violencia, hay un forcejeo y los asaltantes disparan a la pierna de la mujer, los asaltantes huyen, algunos testigos han llamado a la Policía y llega poco después de la ambulancia. Las compras han quedado olvidadas, los dos suben a la ambulancia que los lleva al hospital, la Policía ha hecho un par de preguntas, pero él no puede responder desesperado al ver la sangre en la pierna de su esposa. Llegan al hospital, han entrado por urgencias y la mujer ha sido atendida casi una hora y media después del asalto, tienen suerte, la bala entró y salió, la recuperación será larga y dolorosa, pero se mantiene estable, no está en un cuarto, la tienen en una sala de espera al saber que su vida no corre peligro. Hora de denunciar, han dado las 22:15 de la noche, la familia de ella ya se encuentra en el hospital y él se dirige al Ministerio Público. En la cabeza tiene la recuperación de su mujer, no sabe cuándo volverá a caminar, ella dejará de trabajar, él deberá trabajar el doble, tienen deudas en casa, tampoco sabe cuándo saldrá del hospital, qué pasará con los gastos que vienen, la silla de ruedas primero, las muletas después habrá que conseguirlas. Llega al Ministerio Público, no tiene ninguna identificación, ni dinero ni tarjetas ni efectivo, nada. Se sienta a esperar, son las 23:30, hace seis horas lo asaltaron, poco recuerda o casi nada, sigue pensando en su mujer, ya es el siguiente día, son las 00:30, sigue esperando, 01:30, espera, 02:30, nadie aún, sigue esperando, 03:00, lo llaman. Para levantar una denuncia después del peor día de su vida ha tenido que esperar 212.06 minutos, tres horas con 30 minutos. Poco recuerda, está harto, tiene manchado el pantalón de la sangre de su mujer y sinceramente será difícil que detengan a los responsables, o tan siquiera que se tomen en serio su caso, en realidad nadie murió, todos están 'bien', el archivo le espera.

Ayer la organización Impunidad Cero publicó su segundo 'Ranking de procuradurías y fiscalías estatales', el cual empieza con una línea poco motivadora para la justicia en nuestro país: "La probabilidad de que un delito se denuncie y esclarezca es de 1.14 por ciento". El estudio, realizado por el doctor Guillermo Zepeda Lecuona, arroja conclusiones fundamentales para la construcción de una estrategia de justicia nacional. Por ejemplo: En México, solamente una de cada 10 personas dice tener "mucha confianza" en el Ministerio Público; la efectividad global en el sistema de procuración de justicia de las entidades federativas fue de 18 por ciento; 53 por ciento de las sanciones en el país corresponden a menos de tres años de prisión, esto habla de una política criminal mal focalizada; y por último, el índice lo encabeza nuevamente Chihuahua, seguido por Colima, Yucatán, Guanajuato y Nuevo León como los estados más efectivos, y en las últimas posiciones se mantienen Puebla, Guerrero, Michoacán y el Estado de México.

Sin embargo, quiero detenerme en el indicador del tiempo medio para denunciar un delito elaborado con información del Inegi y de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2017. El estado que atiende más rápido a las víctimas es Chihuahua, el cual tarda 85 minutos; el más tardado es Guerrero, con un promedio de 212 minutos; la media nacional es de dos horas 15 minutos –135 minutos–. Y ¿cómo alimenta esto a la cifra negra o al desdén por la denuncia? El estudio señala que en la Envipe 2017 8.1 por ciento de las personas que dijeron que no habían reportado el delito del que fueron víctimas, señalaron que no denunciaron porque los trámites son largos y difíciles. Para la información publicada en 2017 se estimó una correlación entre mayor tiempo de espera y mayor cifra negra; es decir, la proporción de delitos que no se reportan.

Tal vez este es uno de los retos más importantes del nuevo gobierno, faltan por delimitar las estrategias en materia de justicia. López Obrador busca resultados tangibles en la mayoría de las áreas, símbolos que sacuden a un sistema de décadas, el reducir estos tiempos de atención a víctimas podría dar un paso a la confianza ciudadana, abonar a una cultura de la demanda que tanta falta nos hace.

COLUMNAS ANTERIORES

‘La vocera’
¿Dejó de confiar?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.