Opinión

Los robots con Inteligencia Artificial son un peligro para la humanidad

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¿Han visto los robots de Boston Dynamics? Si no, les recomiendo que vayan a YouTube y vean algunos de los videos de los robots que desarrolla esta compañía. Entenderán las razones por las que Google compró la empresa en el 2013 y luego se arrepintió para venderla en el 2017 a SoftBank, una multinacional japonesa líder en el campo de tecnología y telecomunicaciones. Miren que yo soy una persona que apoya la innovación y el desarrollo tecnológico (casi) sin reparo, pero al ver los videos de Boston Dynamics se me despierta el instinto primario de supervivencia por encima del de la curiosidad y siento más miedo que asombro y si tienen oportunidad de ver las parodias que hacen los usuarios de la red social de videos, no dejen de verlas, sólo puedo decir ¡no mueras nunca Internet! Parece que eso mismo les sucedió a los ejecutivos de Google, que contra todo sentido común de negocios, decidieron desinvertirse de la empresa de robots.

Aunque si hurgamos un poco más, podemos entender que esa decisión no sólo fue producto de los videos que circulan en YouTube y Facebook. Por ahí dicen que infancia, en este caso empresarial, es destino, y para Boston Dynamics no fue la excepción. La empresa de robots nació en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) que es una universidad privada cuyo enfoque es la investigación de alta tecnología y surge como parte de un proyecto para la American Systems Corporation con la que tenían un contrato militar cuyo objetivo era desarrollar entrenamiento interactivo en 3D utilizando personajes. Hoy a esto lo conocemos como realidad aumentada y en algunos casos virtual.

Parece ser que por muy avanzada que sea la tecnología de Boston Dynamics, fue más importante para Google el sentimiento que causan los robots a la vista de la opinión pública que los califica como terroríficos y fue inevitable vender la empresa. Aunque en el comunicado trataron de "dorarnos la píldora" y dijeron que todo fue a raíz de que no lograron compaginar las metodologías de trabajo. Por otro lado, los que hacen teorías de conspiración aseguran que la presión vino por parte de la agencia militar DARPA, que no le gustó que Google no quisiera hacer más robots para la milicia, cuando en realidad ellos fondearon su desarrollo y crecimiento. Aunque pensando desde la perspectiva de la empresa japonesa SoftBank, el acuerdo no fue tan malo solo de pensar en los contratos de gobierno a los que van a poder acceder a partir de la compra.

Pero Google no está sólo en esto, hace unos meses la misma compañía presentó un video con la última versión de Atlas que mostraba un robot que puede hacer un giro mortal hacia atrás y que inmediatamente se hizo viral en las redes sociales causando reacciones de los usuarios comunes y también de algunos superusuarios como Elon Musk cuando tuiteó "Esto no es nada, en unos años, ese robot se moverá tan rápido que necesitarán una luz estroboscópica para verlo. Dulces sueños…" cerró irónicamente su advertencia y cuando le pidieron clarificar a qué se refería con la mención de la luz dijo "De otra forma lo verían borroso". Esto se suma a la serie de advertencias de Musk, como cuando dijo refiriéndose al mismísimo Mark Zuckerberg: "He hablado de esto con Mark (sobre los peligros de la Inteligencia Artificial y) su entendimiento de este tema es limitado". ¡Pum Bitch!

Lo que parece ser es que la guerra armamentista de robots habilitados con inteligencia artificial se va a comportar de forma similar a como sucedió con la nuclear. Sólo los países con más recursos serán capaces de pagar el desarrollo y comprar las armas para contar con esa ventaja tecnológica en el campo de batalla, mismos países que intentarán poner una barrera para que el resto del mundo no llegue a ese nivel de poderío, al menos antes de que la inteligencia artificial se les salga de las manos y el robot supere al maestro humano.

*Fundador y Presidente del Consejo de Metrics

Twitter: @JavierMurillo

LinkedIn: javiermurilloacuna

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