Javier Murillo

Los millennials decidirán nuestro futuro con la IA

El columnista dice que los millennials tienen el corazón puesto en su lugar y que no duda de su moralidad ni de su ética, pero admite que fueron sobreprotegidos.

Estamos a menos de 30 años de la Singularidad Tecnológica, ese tiempo en el que la Inteligencia Artificial (IA) será capaz de automejorarse por sí misma, lo que transformará a la sociedad en algo inimaginable. Y los millennials son la generación que definirá el papel de la humanidad en ese tiempo. Concluiré que estamos en buenas manos. Pero antes quiero apuntar algunos aspectos que si atendemos desde ahora, podremos abonar a que ese futuro esté menos orientado a la distopía.

El inicio de la madurez de la IA debería tomarnos de acuerdo, como sociedad, en torno al combate al cambio climático. Esto nos permitirá tener condiciones económicas y medioambientales más estables. Otra condición indispensable es que no predominen los conflictos armados y también que se logre tener bajo control a los grupos subversivos y terroristas. Estos son elementos que inspiran confianza y a medida que la humanidad se sienta protegida, se generará esa confianza indispensable para su desarrollo.

Un pilar más para lograr la estabilidad en el colectivo mundial está en la educación. Esto va más allá: es un elemento que si no modificamos con urgencia nos pone, desde hoy mismo, en una seria vulnerabilidad: seguimos educando como en los tiempos anteriores a la existencia de internet y de los dispositivos móviles.

Hoy todavía hay maestros que exigen a los alumnos "apagar el celular" antes de empezar la clase, cuando lo que deberían hacer es pedir que lo prendan para empezar cada sesión de trabajo de investigación colaborativa.

Las habilidades deberían basarse en la experiencia y enseñarnos a entender e investigar en medios digitales, a establecer hipótesis y a trabajar bajo la perspectiva del método científico.

Sé que los millennials tienen el corazón puesto en su lugar. Cuando escribo con críticas hacia ellos no dudo de su moralidad ni de su ética, sino que reconozco que la Generación X (sus padres) los sobreprotegimos.

Escribo ahora que es tiempo de que asuman su responsabilidad. Que su defensa a favor de los derechos de las minorías y el cuidado del planeta tomen el control de las empresas, para que desarrollen su visión a largo plazo. Tendrían que asumir algunos matices más conservadores para poner en marcha sus ideas e imprimir su sello en las organizaciones.

Si sus principios de diversidad e igualdad se aplican a la IA se logrará una transición humana, en donde ésta se integre como una fuente de ayuda y progreso y no como una amenaza de vida, como se perfila hoy. La solución está en su enfoque, pero deben trabajar.

Estamos a menos de 30 años de la Singularidad Tecnológica, ese tiempo en el que la Inteligencia Artificial (IA) será capaz de automejorarse por sí misma, lo que transformará a la sociedad en algo inimaginable. Y los millennials son la generación que definirá el papel de la humanidad en ese tiempo. Concluiré que estamos en buenas manos. Pero antes quiero apuntar algunos aspectos que si atendemos desde ahora, podremos abonar a que ese futuro esté menos orientado a la distopía.

El inicio de la madurez de la IA debería tomarnos de acuerdo, como sociedad, en torno al combate al cambio climático. Esto nos permitirá tener condiciones económicas y medioambientales más estables. Otra condición indispensable es que no predominen los conflictos armados y también que se logre tener bajo control a los grupos subversivos y terroristas. Estos son elementos que inspiran confianza y a medida que la humanidad se sienta protegida, se generará esa confianza indispensable para su desarrollo.

Un pilar más para lograr la estabilidad en el colectivo mundial está en la educación. Esto va más allá: es un elemento que si no modificamos con urgencia nos pone, desde hoy mismo, en una seria vulnerabilidad: seguimos educando como en los tiempos anteriores a la existencia de internet y de los dispositivos móviles.

Hoy todavía hay maestros que exigen a los alumnos "apagar el celular" antes de empezar la clase, cuando lo que deberían hacer es pedir que lo prendan para empezar cada sesión de trabajo de investigación colaborativa.

Las habilidades deberían basarse en la experiencia y enseñarnos a entender e investigar en medios digitales, a establecer hipótesis y a trabajar bajo la perspectiva del método científico.

Sé que los millennials tienen el corazón puesto en su lugar. Cuando escribo con críticas hacia ellos no dudo de su moralidad ni de su ética, sino que reconozco que la Generación X (sus padres) los sobreprotegimos.

Escribo ahora que es tiempo de que asuman su responsabilidad. Que su defensa a favor de los derechos de las minorías y el cuidado del planeta tomen el control de las empresas, para que desarrollen su visión a largo plazo. Tendrían que asumir algunos matices más conservadores para poner en marcha sus ideas e imprimir su sello en las organizaciones.

Si sus principios de diversidad e igualdad se aplican a la IA se logrará una transición humana, en donde ésta se integre como una fuente de ayuda y progreso y no como una amenaza de vida, como se perfila hoy. La solución está en su enfoque, pero deben trabajar.

*Fundador y Presidente del Consejo de Metrics.

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Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.