Javier Murillo

La privacidad ya no está de moda

El columnista aborda el tema del sistema policial precrimen llamado IJOP que vigila a los habitantes peligrosos en China y se cuestiona si estamos preparados para algo así.

¿Qué pasaría si no tuviéramos privacidad? Qué tal que un día despertamos y toda nuestra vida está expuesta, pero no solo la suya o la mía, sino la de toda la humanidad, todos en igualdad de circunstancias. Lo único que les puedo asegurar es que nos adaptaríamos, a menos que usted sea un criminal. La mayor parte de nuestros más oscuros comportamientos privados son patrones que compartimos entre "la gente como uno".

Hace unas semanas comenté en esta columna que China estrenó en la región de Xinjiang un sistema policial precrimen llamado IJOP (Integrated Joint Operations Platform), que preverá delitos a través del análisis de información masiva de sus residentes.

Esta tecnología permitirá crear perfiles de ciudadanos según sus hábitos de internet, consumo y estilo de vida. Al hacer un cruce masivo de datos, el IJOP podrá generar alertas para que la policía actúe en caso necesario.

Un ejemplo que leí por ahí es la capacidad del sistema de identificar y alertar sobre una persona que acuda a una tienda de armas y posteriormente se dirija a un sitio concurrido. Ya sé, todos pensamos que esto le vendría bien a EU.

Hablamos de inteligencia artificial profunda (deep learning), ya que el IJOP podrá nutrirse de cualquier información que los habitantes hagan pública, conscientes o no. Por ejemplo, grabaciones de las cámaras de tráfico y seguridad, registros de matrículas, antecedentes penales y datos bancarios. Es el control del comportamiento humano llevado a su máxima expresión.

Los habitantes de la región geopolítica más importante de China no tienen defensa, es su nuevo statu quo y serán los conejillos de Indias.

Las autoridades chinas explicaron que este servicio únicamente se usará para quienes estén etiquetados como "peligrosos para el Estado y su población", afirmación inquietante entre autoridades que hasta hace unos años imponían que cada pareja solo podía tener un hijo.

Apoyado en los buenos resultados que ha tenido el comunismo chino en temas de pobreza y crecimiento económico, el gobierno de Xi Jinping despliega estrategias que a vista de muchos son peligrosas y abusivas, como el IJOP. Pero esta innovación coloca a China en donde quiere estar: un referente de la tecnología.

La pregunta filosófica sobre este tema ya se la hizo el poeta romano Juvenal en el Siglo III de nuestra era ¿Quis custodiet ipsos custodes? o Who watches the watchmen? la pregunta de fondo es: quién se asegurará de que esta tecnología no sea usada con propósitos perversos, cuando ni siquiera hemos sido capaces de desarrollar algoritmos inteligentes que no discriminen a individuos por su raza.

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