Javier Murillo

La inteligencia artificial puede salvar al planeta Tierra

Javier Murillo escribe sobre la posibilidad de usar a la tecnología como aliada de las organizaciones, científicos, organismos y naciones en favor del medio ambiente.

Los cazadores furtivos irrumpen en un santuario, por las noches, para asesinar y llevarse a los ejemplares que ahí se resguardan. Los talamontes logran burlar los cercos de seguridad para robarse la madera de zonas en riesgo de deforestación... o tan fácil como la persona que desperdicia agua al bañarse o deja las luces prendidas.

¿Qué les parecería un ejército de robots (armados) que resguarda bosques, protege a los animales, o regula el uso de los recursos naturales, como el agua y la energía?

Cuando se habla de IA suele asociarse con la industria manufacturera, de logística o con el lenguaje natural. A nivel popular es poco reconocida como una fuerza para la conservación y gestión del medio ambiente, pero es ya una aplicación práctica que crece más cada día.

En la más reciente edición del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) de Davos se presentó un informe en el que se habla de 80 aplicaciones ambientales para usarse con inteligencia artificial. Los organismos públicos y privados están buscando nuevas maneras de administrar los recursos naturales, de hacer estudios y mediciones sobre el clima, analizar las repercusiones de los contaminantes en la atmósfera y los modelos climáticos virtuales.

Desde mi visión, a partir de ahora en el WEF debería instalarse un comité permanente para orientar a todos los países pertenecientes a tomar decisiones productivas que no solamente no impacten negativamente al medio ambiente, sino que ayuden a reconstituirlo.

¿Suena a locura? No lo es. Ya tenemos un antecedente, con resultados favorables: la capa de ozono. Hace 40 años comenzó a ser una grave preocupación por su deterioro (leer historia aquí). Hoy, gracias a un conjunto de acciones coordinadas entre todos los países y la supresión de la emisión de clorofluorocarbonos, esa cubierta de la Tierra ha ido recuperándose.

El deterioro ambiental es una preocupación compartida por todas las naciones. Como parte de las acciones de mitigación podría construirse una enorme base de datos de todo el planeta para que, basados en la Inteligencia Artificial, puedan detectarse acciones para equilibrar el medio ambiente, para que las prácticas productivas no lo dañen y que ayuden a su restitución.

Por ejemplo, el sistema de administración de un bosque de árboles en reserva podría reforestar y procurar el cuidado de los árboles, además de resguardarlos detectando el comportamiento de los talamontes, seguir sus movimientos y someterlos. Si hay drones que ya cargan con armas, por qué no otorgarles la responsabilidad de enfrentarlos. En estos casos yo aprobaría el uso de robots armados para capturar a los piratas ambientales.

Los esfuerzos que hacen grupos de seres humanos por conservar la naturaleza ahora pueden ser reforzados por sistemas de Inteligencia Artificial que interactúan con los entornos a conservar, para luego convertir todo ello en información que puede ser estudiada por la comunidad científica mundial.

Además de tomar medidas de adaptación y mitigación, en aplicaciones a futuro, la Inteligencia Artificial podría ayudar a la predicción de desastres naturales, basándose en los diversos indicadores de las bases de datos disponibles. También podrían ayudar en la planeación de etapas de recuperación tras los siniestros.

A diferencia de las visiones apocalípticas sobre el futuro de la humanidad, la Inteligencia Artificial nos da esperanza y mejores perspectivas. ¿Por qué buscar colonizar Marte si estamos a tiempo de salvar la Tierra?

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