Javier Murillo

La herida mortal de Facebook

El declive de Facebook y la herida de muerte de la red social quedarán fechados el viernes de 16 de marzo de 2018 por el caso Cambridge Analytica.

Javier Murillo es fundador y presidente del Consejo de Metrics

El viernes 16 de marzo de 2018 quedará grabado en los metadatos de historia como la fecha en que comenzó el declive de Facebook. El caso de Cambridge Analytica hirió de muerte su credibilidad. Así permanezca activa (la red social) varios años más, para Facebook el futuro será incierto.

Se dio a conocer en los medios que 50 millones de perfiles y sus usuarios de Facebook fueron ilegalmente manipulados durante las más recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos. Lo que en un principio se manejó como una investigación académica de Aleksandr Kogan, se convertiría en un jugoso contrato para todos los involucrados, incluyendo a una empresa que diseña "campañas políticas personalizadas", financiada por republicanos y que presume haber llevado a Trump al poder.

¿Cómo se explica esto? A través de algoritmos de posicionamiento.

Primero, convencieron a Facebook y a los usuarios participantes que se trataba de un estudio con fines académicos, que con solo resolver un cuestionario recibirían un análisis de su personalidad digital. Pero cuando el usuario accedía a participar, además de sus respuestas, la app recababa todos sus "likes" y comentarios. Posteriormente, extraía la información de la gente con la que los usuarios originales interactuaban. Verdaderos mafiosos digitales.

Así el académico logró acopiar millones de datos de información sensible y hasta temas emocionales. Con esos terabytes de datos y algoritmos elaboraron perfiles más allá de lo sociográfico, llegando hasta lo psicoemocional.

Luego toda esta información fue vendida a Cambridge Analytica, con sede en Londres, dirigida por Alexander Nix (quien esta semana fue cesado) y a su socio accionista, Robert Mercer, conocido por respaldar causas conservadoras. La empresa se aprovechó de la información de los perfiles de los usuarios de Facebook, más padrones de votantes de EU y fue capaz de cruzar datos para luego dirigir disparos de precisión para cada usuario con promesas políticas que les hablaban directo al corazón.

Eso sin autorización de Facebook. Ni de los usuarios. Pero aun así sucedió. ¿Creen que esto también podría pasar en México? Pregúntenle al INE; por lo pronto ya se ven patrones similares en las campañas. Con el caso Cambridge Analytica, la información personal y el riesgo de perderla tomó una dimensión que pasará una factura que todavía no dimensionamos. Fue el principio del fin de Facebook y apenas el esbozo del uso perverso de los algoritmos al servicio del poder. Por lo pront,o Andrés Manuel López Obrador ya demanda que el INE investigue en México. Esto seguirá dando de qué hablar...

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