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La economía compartida

 Javier Ortega Araiza*

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Es por todos conocido el boom tecnológico de los últimos años debido al auge de las redes sociales y la salida a bolsa de Facebook, Twitter y LinkedIn, entre otros. Sin embargo, hoy en día los ojos de Silicon Valley, complejo que aloja las mayores corporaciones de tecnología del mundo, apuntan hacia otro modelo de negocio, la economía compartida, definida por Tim Bradshaw del Financial Times como "aquella que facilita el intercambio directo de bienes y servicios entre los particulares".

Es esta economía compartida la que ha dado lugar a una revolución tecnológica, y que ha redefinido muchas de las industrias consideradas tradicionales.

Uber, la compañía de San Francisco fundada por Travis Kalanick y que acaba de recibir una valuación -de acuerdo a Bloomberg- de alrededor de 40 billones de dólares, es una aplicación que opera servicios de transportación privada en algunas de las ciudades más importantes del mundo, desde Los Ángeles hasta Hong Kong a un precio similar al de un taxi.

Uber utiliza automóviles Audi, Mercedes-Benz o BMW, ofreciendo un servicio similar al de un chofer privado, con Wi-Fi en la unidad, agua de cortesía y atención personalizada. Además, permite rastrear por GPS a la unidad, se paga con tarjeta de crédito desde el celular, se puede dividir la tarifa entre los integrantes vía electrónica y aparecen los datos de contacto del chofer para mayor seguridad y en caso de algún imprevisto.

Uber ha tenido tanto éxito que ha sacado diferentes "líneas" de sus automóviles, sobre todo en las ciudades principales como Londres y Nueva York, como UberX que consiste en Toyota Prius o Camry hasta Uber Luxury donde figuran automóviles Audi A8 o Mercedes Benz Clase CLK. Uber permite tener un chofer privado, pero sólo cuando se necesita, ahorrando costos fijos y haciendo más dinámico el movimiento.

Otra exitosa aplicación es AirBnB, la cual permite rentar casas o apartamentos en cualquier ciudad del mundo. En Nueva York, esta aplicación ya causó molestias en la comunidad hotelera debido a que estaba reduciendo considerablemente la demanda por cuartos de hotel gracias a su innovador modelo de negocio. Con una valuación también cercana a 10 billones de dólares, la compañía fundada por Brian Chesky permite a las personas obtener un ingreso extra rentando recámaras adicionales en su apartamento, o rentando su departamento o su casa mientras no están, además de permitir a los viajeros hospedarse en lugares increíbles a buenos precios durante sus vacaciones. Además, AirBnB facilita el intercambio social, incrementando la red de contactos en todas partes del mundo.

Así como las anteriores, han surgido nuevas aplicaciones e ideas que están en auge. FlightCar, compañía originaria de California, permite a los viajeros rentar su automóvil en vez de dejarlo estacionado en el aeropuerto. De esta forma, el dueño del automóvil recibe dinero, en vez de pagar estacionamiento en el aeropuerto, y la persona que renta el automóvil consigue un automóvil de calidad a un precio más barato que en las cadenas tradicionales como Hertz y Avis.

Otro ejemplo es NowiStar, plataforma que permite compartir tus talentos o habilidades directamente en el mercado, sin necesidad de un intermediario o alguna institución formal. Alguna persona con habilidad para jugar tenis puede ofrecer sus servicios con instructor y agendar lugar, fecha y hora sin necesidad de pertenecer a un club.

PeoplePerHour es una compañía parecida, instalada en Gran Bretaña, donde las personas pueden ofrecer diversos servicios, desde traducción hasta reparación de muebles en el hogar.

Esta economía compartida fomenta considerablemente el emprendimiento, dando lugar a nuevos modelos de negocio y a soluciones innovadoras que permiten distribuir mayormente la riqueza y además lograr que cada quien emprenda su pequeño negocio e ingrese una cantidad considerable haciendo aquello que más le apasiona.

De acuerdo a Forbes, la economía compartida crecerá en 2015 un 25 por ciento, con 3.5 billones de dólares estimados en ingresos entrando directo a los bolsillos de la gente, más los ingresos substanciales que reciben cada una de estas compañías por enlazar a compradores y vendedores.

La economía compartida llegó para quedarse, y esta nueva tendencia en los negocios la sobrevivirán aquellas empresas que sean capaces de adaptarse al cambio e innovar sus modelos de negocios.

* El autor es socio IMEF Chihuahua.

Correo: ortegaaraizajavier@gmail.com

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