Columnista invitado

La transformación de México, un balance

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"Lograr los cambios es difícil,
pero el esfuerzo vale la pena"
Presidente Enrique Peña Nieto

El señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, siempre ha tenido la convicción de hacer la diferencia, de no llegar para administrar sino llegar a gobernar para reformar. Sabía de los costos, pero se atrevió a transformar al país, con el consenso de las principales fuerzas políticas y la aprobación del Congreso de la Unión, para hacer lo que no se había realizado en mucho tiempo.

A cinco años de haber iniciado su gobierno, bajo su visión y liderazgo, México ha experimentado una transformación de gran calado y con beneficios inmediatos; además de establecer los cimientos de una nueva plataforma de crecimiento y desarrollo del país en las próximas décadas.

Pero los grandes cambios suelen ser poco valorados o negados; como escribió el Premio Nobel Octavio Paz "la mucha luz es como la mucha sombra: no dejan ver". Los avances son minimizados por quienes no los encabezaron o descalificados por opositores o por quienes con ellos perdieron privilegios.

No reconocer los relevantes avances obtenidos y ver sólo lo que falta, lo negativo, contribuye a proyectar un país estancado, sin futuro, alejado del México que todos queremos y, sobre todo, a minar el ánimo de seguir la ruta de la transformación que requiere el país y que está dando buenos resultados.

Por ello es conveniente hacer un balance de lo logrado hasta ahora y también reconocer con objetividad lo que nos falta. Cabe preguntarse por ejemplo, cómo sería hoy el país de no haberse implementado las trece reformas estructurales impulsadas por el Presidente Peña Nieto y también qué deben hacer los gobiernos y cada uno de nosotros para mejorar nuestra seguridad, nuestra economía, y la transparencia y apego a la legalidad de nuestro diario actuar.

Sin la Reforma Educativa la educación de nuestros niños y jóvenes seguiría rezagada sin someterse a evaluaciones de desempeño. Con la reforma ahora los maestros son evaluados, se han registrado a concurso más de 650 mil plazas magisteriales, lo que se traduce en una educación de calidad para las niñas y los niños de México.

Sin la Reforma Energética la productividad y competitividad de este sector seguirían a la baja. Con la reforma, PEMEX y CFE compiten con cerca de 100 empresas de más de 15 países, lo que ha permitido compromisos de inversión privada por más de 82 mil millones de dólares en los próximos años, convirtiendo al sector energético en renovado motor del desarrollo de México.

Sin la Reforma de Telecomunicaciones nuestro país no estaría en condiciones de insertarse en la era digital, limitando el acceso de los mexicanos al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación, frenando su potencial para salir adelante. Con la reforma México ha transitado a un sector con mayor cobertura, competencia, mejores servicios y menores precios. Hay un mayor acceso a Internet; el aumento en el número de personas con una suscripción de banda ancha móvil ha crecido exponencialmente, de 24 millones en 2012 a más de 74 millones en 2016, de acuerdo a la OCDE; y la Red Compartida llevará Internet y telefonía móvil a más de 110 millones de mexicanos. Los avances de la reforma van en el camino de dejar un gran legado en materia de conectividad digital.

Sin la Reforma Laboral el acceso al mercado de trabajo y la generación de empleos seguiría sin responder a la creciente demanda de más puestos de trabajo. Con la reforma, en tan sólo cinco años se logró la creación de casi 3.5 millones de nuevos empleos, cifra que supera la generada en los dos sexenios anteriores. Además, en estos cinco años el salario mínimo ha tenido una recuperación de poder de compra de 20%. Comparados con otros países, se trata de empleos dignos.

Sin las reformas Hacendaria y Financiera y la disciplina financiera conservada por este gobierno habría incertidumbre respecto a las finanzas públicas y restricciones al crédito, restringiendo el crecimiento. Con ambas reformas los ingresos tributarios se han incrementado, los bancos y las instituciones financieras ofrecen más créditos a costos más bajos, todo lo cual ha permitido la estabilidad de las finanzas públicas e impulsar el crecimiento económico, situación que envidian en otras latitudes.

En un difícil entorno económico mundial México mantiene un crecimiento promedio anual de 2.9%, por arriba de los países de América Latina y sus principales socios comerciales. La Inversión Extranjera Directa es de casi 157 mil millones de dólares, 53% más que la registrada en el mismo periodo del sexenio pasado. Nuestras exportaciones agroalimentarias por primera vez en 20 años son superavitarias. México ha pasado del 15º al 8º lugar en recepción de turistas extranjeros.

En efecto aún hay mucho por hacer, como lo ha señalado el propio presidente Enrique Peña. Lo obtenido hasta ahora en democracia y con la unidad de los mexicanos, nos motiva a seguir en esta ruta que ha demostrado ser la correcta, porque hoy México es mejor que hace cinco años.

*Secretario de Comunicaciones y Transportes.

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