Gerardo Herrera Huizar

El sistema de botín y la Seguridad Nacional

El columnista dice que la seguridad nacional no es sólo cosa de violencia o crimen.

"To the victor go the spoils".

La tradición política mexicana se ha caracterizado por la adopción del sistema de despojo como mecanismo de apropiación del gobierno y de las administraciones públicas en los diferentes órdenes, sin tomar en cuenta las implicaciones que ello representa para el desarrollo y para la Seguridad Nacional.

Con cada cambio de administración, el gobierno entrante se aboca a la repartición de cargos y carteras del más alto nivel y, desde ahí en cascada, a la sustitución de puestos administrativos en estratos inferiores, no necesariamente con base en el conocimiento, sino en las lealtades y compromisos partidistas.

El spoils system no es oriundo de México, pero en las democracias más avanzadas ha sido desplazado para abrir espacio a sistemas funcionariales de alta calidad, que den certeza y garantía de una administración pública eficaz, eficiente y continua, pero sobre todo, diferenciada de la política a efecto de evitar la contaminación en la correcta marcha de los asuntos públicos.

El reemplazo de los cargos en cada periodo gubernamental y su apropiación por agentes afines (sistema de despojo), no es garantía de buen desempeño ni de absoluta lealtad, pero los efectos nocivos que puede producir inician con una curva de aprendizaje, que ralentiza los procesos de todo tipo e impactan, por razón natural, la toma de decisiones, la continuidad administrativa y la funcionalidad del aparato público.

Variables de carácter político, social, económico, tecnológico, medioambiental y otros inherentes, en afán de rentabilidad política inmediata, ofrecen riesgos de alto impacto cuando no se tiene un aparato administrativo profesional disponible, (caso mexicano) y conduce al ensayo-error permanente. Un eterno comienzo (Pipitone dixit). La Seguridad Nacional no es sólo cosa de violencia o crimen. Apropiar el gobierno es una responsabilidad mayor que no se solventa, al fin del periodo, con pedir disculpas.

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