En una elección caracterizada por tener coaliciones de derecha que no defienden las libertades individuales, organizaciones de la comunidad LGBTTTI+ presentarán una propuesta a los candidatos presidenciales para defender sus derechos elementales, como acabar con los crímenes de odio.
En la propuesta que harán pública hoy, se señala que entre 1995 y 2017 se registraron al menos mil 420 asesinatos motivados por el odio hacia las poblaciones LGBTTTI+ en México, por lo que se propone tipificar la privación de la vida de una persona en razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género, y generar la correspondiente estadística desagregada por población.
Es decir, así como llevamos ya una estadística de los feminicidios, elaborar otra cuando se trate de asesinatos por orientación sexual, así como crear e implementar un protocolo de investigación ministerial policial y pericial, que incluya la perspectiva de derechos humanos y el enfoque de diversidad sexual.
La agenda política, elaborada por más de 190 liderazgos sociales de todo el país, que representan una diversidad ideológico-política, contiene 78 propuestas mínimas, agrupadas en siete ejes de acción y una agenda legislativa urgente.
Es un documento muy ambicioso, sobre todo en una elección en la que las distintas fuerzas políticas han dejado atrás las libertades individuales, e incluso tiene un eje que se refiere al fortalecimiento del Estado laico.
Sin duda, las agrupaciones religiosas son las que, en muchas ocasiones, han sido parte de la discriminación hacia esta comunidad, por lo que proponen hacer cumplir la Constitución y sus principios de laicidad e igualdad para todas las personas, sin importar su orientación sexual, identidad y expresión de género.
Sancionar las violaciones a los principios de laicidad con castigos para quienes no apliquen la Ley de Asociaciones Religiosas, e impulsar la generación de estadísticas oficiales de la población LGBTTTI+.
Otro punto importante en esta agenda, que será presentada a todos los partidos políticos rumbo a la elección de julio próximo, es la educación para la inclusión y no discriminación, que tiene como objetivo erradicar la violencia al interior de las escuelas, así como fortalecer y actualizar los programas de estudio para hacerlos incluyentes y garantizar el acceso de las poblaciones LGBTTTI+ a servicios educativos sin discriminación.
Los derechos laborales y la inclusión económica también están en esta ambiciosa agenda en la que se propone modificar la normatividad laboral federal, para que los actos de discriminación denunciados ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación sean realmente sancionados.
Hoy será la presentación de la agenda con la prensa y posteriormente se dará a conocer en todo el país, para después presentarla a los candidatos presidenciales.
Su implementación será complicada, no sólo por tratarse de un documento muy ambicioso, sino principalmente por el hecho de que la izquierda que enarbolaba este tipo de banderas, que en este país ha sido el PRD, quedó totalmente doblegada al PAN, que históricamente ha estado en contra de estas libertades.
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Una de las grandes ausentes en la lista de candidaturas del PRI es la secretaria de Sedatu, Rosario Robles, quien, aseguran, no sólo buscó una candidatura en el tricolor, sino que también acudió sin éxito al PRD para ver si había forma de limar fricciones y regresar al Legislativo.
Sin embargo, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y cercana a Miguel Ángel Osorio Chong no logró quedarse en las listas, y algunos priistas aseguran que se puede convertir en el chivo expiatorio de este sexenio.