Perspectiva Global

G-20 2018, mayor preocupación por el proteccionismo

La cumbre de este año se enfocó en la defensa del libre comercio ante medidas como los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos.

El fin de semana pasado iniciaron los trabajos de la cumbre ministerial del G-20 (Grupo de los Veinte). Este año el G-20 está presidido por Argentina, por lo que la cumbre se está llevando a cabo en la ciudad de Buenos Aires. La reunión ministerial congrega a secretarios de Finanzas y banqueros centrales. La cumbre presidencial se llevará a cabo en Buenos Aires el 30 de noviembre de este año y será la primera vez que el G-20 tiene como sede un país sudamericano. El G-20 toma su nombre de las 'veinte economías más grandes del mundo' y está formado por 19 países y la Unión Europea. Las economías del G-20 representan 85 por ciento del PIB a nivel global, 80 por ciento del comercio mundial y dos tercios de la población del mundo. A las reuniones cumbre asisten también quienes encabezan las instituciones más importantes a nivel global como la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), entre otras.

En mi opinión, los tres temas que acapararon las reuniones fueron: (1) Proteccionismo comercial y demográfico; (2) restricción monetaria de las economías avanzadas; y (3) crecimiento inclusivo. En cuanto al proteccionismo comercial, claramente el centro de atención han sido las declaraciones del gobierno de Estados Unidos al respecto, así como la imposición reciente de aranceles al acero y al aluminio. Así, una gran cantidad de reuniones exaltan el espíritu de libre comercio que dio origen al G-20, llevando a cabo análisis profundos y discusiones acerca de los costos y beneficios del libre comercio. Inclusive, por primera vez escuché a personal de instituciones multilaterales como el FMI comentar sobre la posible relación que existe entre la globalización y la desigualdad. Una relación que históricamente se ha pensado inexistente o inclusive negativa (i.e. a mayor globalización, menor desigualdad). Cabe destacar que si bien el proteccionismo ya ha sido tema de estas reuniones cumbre en los últimos meses, considero que en esta ocasión ocupó el primer lugar de la agenda del G-20.

Por su parte, un tema que ha estado presente tanto en las reuniones del G-20 como en las del FMI —entre otras—, desde la crisis económica y financiera global de 2008-2009 ha sido la política monetaria heterodoxa que los bancos centrales de las principales economías avanzadas tuvieron que instrumentar, así como la salida de éstas. En este sentido, percibí mayor preocupación de que el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tenga que llevar a cabo un programa más agresivo de alza de tasas de interés, con respecto a las reuniones cumbre a las que tuve la oportunidad de asistir el año pasado. La aprobación de una reforma fiscal expansionista en Estados Unidos, cuando esta economía se encuentra en 'pleno empleo', así como el debilitamiento del dólar a raíz de que Donald J. Trump ganó las elecciones presidenciales, hacen pensar a más de un economista que si bien no hay seguridad de que impulsen el crecimiento, existe una mayor probabilidad de que terminen propiciando mayores tasas de inflación y por ello la Fed tenga que actuar con mayor ímpetu. Claramente no es un tema nuevo. En mi opinión, éste ha sido una fuente muy importante del nerviosismo que han expresado los participantes de los mercados financieros globales desde inicios del año.

Por último, el crecimiento inclusivo, que a diferencia de otras reuniones cumbre en el pasado en donde se abordaba con mayor detalle el momento del ciclo económico en el que se encuentran las economías, las reformas estructurales que se requieren y cómo revivir el gasto en infraestructura, desde el año pasado se ha estado incorporando la palabra 'inclusivo'. Es muy claro que esto tiene que ver con la ola de populismo que ha surgido en economías avanzadas (e.g. Trump, el Brexit y el aparente triunfo del partido Cinco Estrellas en los comicios recientes en Italia) y que ha alentado el estudio de las relaciones entre comercio internacional, globalización y revolución tecnológica con la desigualdad.

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