Perspectiva Bursamétrica

El blindaje financiero, ¿es suficiente?

El columnista analiza la situación financiera del país y cuenta por qué la 'tormenta perfecta' se ha materializado.

A muchos agentes económicos nos sorprende el nivel tan bajo que se ha observado en estos días en el tipo de cambio ante las circunstancias por las que atraviesa la economía mexicana y las que se avecinan. La 'tormenta perfecta' de la que se hablaba hace unos meses realmente se ha materializado.

Varios analistas habían pronosticado niveles de hasta 24 pesos por dólar antes de las elecciones. Sobre todo si no se ha llegado aún a un acuerdo en las negociaciones del TLCAN.

Adicionalmente se aprobó en Estados Unidos una reforma fiscal que nos pone en una situación menos competitiva, con una tasa efectiva de 24 por ciento en el ISR del nuevo régimen estadounidense.

A esto agréguele la reciente detonación de una guerra comercial entre Estados Unidos y China. Entonces, ¿cómo podemos explicarnos que la moneda que más se haya revaluado en el mundo en este primer cuatrimestre haya sido el peso mexicano?

¿Será que el mercado no cree en las encuestas? ¿Será que los inversionistas americanos no le temen a AMLO? ¿Será que es más importante que las negociaciones del TLCAN vayan retrasadas pero por buen camino, que el posible resultado de las elecciones?

Otros opinan que, gane quien gane, las instituciones en México son fuertes, y el ganador no va a poder desviar la política económica a su antojo.

Dos preguntas esenciales son: ¿qué tan bien han hecho su trabajo el Banco de México y la Secretaría de Hacienda? y ¿qué tan blindado está el país ante un escenario negro? Es un hecho que la política monetaria, donde la tasa de referencia de Banxico ha aumentado de 3.0 hasta 7.50 por ciento constituye un dique de contención de los capitales.

Por el lado fiscal, la corrección que se ha venido haciendo a las finanzas públicas para lograr un superávit primario.

En cuanto al blindaje financiero, déjeme darle los números más recientes: del lado de los activos, en donde se ve con cuántas canicas contamos, tenemos reservas internacionales por 173.2 miles de millones de dólares más la línea de crédito contingente con el FMI que suma 90.9 mil millones de dólares. Es decir, contamos con 264 mil millones de dólares para afrontar futuras turbulencias y embates contra el peso mexicano.

Del lado de las contingencias, tenemos una deuda externa del sector público que suma 194.9 mil millones de dólares, que incluye la deuda externa de Pemex y CFE. Y tenemos una tenencia de valores gubernamentales en manos de residentes en el exterior de 150 mil millones.

Lo que suma 344.9 mil millones. La diferencia nos daría una posición neta negativa de 80.8 mil millones de dólares. Hasta aquí, si somos muy estrictos, diríamos que el blindaje es insuficiente. Pero la deuda pública externa tiene un muy amplio perfil de vencimientos. Y cada que se tiene un vencimiento, hemos emitido nueva deuda, en mejores condiciones de costo y a plazos más largos.

El segundo componente de contingencia, la tenencia externa de valores gubernamentales, está básicamente representado por los grandes fondos globales que mantienen su portafolio de inversión en base a benchmarks, por lo que los recursos invertidos en papeles de deuda soberana mexicana son sumamente estables. ¿Qué podría hacer que esta situación de permanencia cambie?

La clave está en la calificación de la deuda soberana. Si por alguna razón las calificadoras nos quitaran el grado de inversión en el futuro, entonces sí podríamos ver una venta masiva del papel mexicano, en forma inmediata, y sin importar a qué precio se tomaran las pérdidas. Los precios de los valores gubernamentales en dólares se podrían hacer añicos con el alza del tipo de cambio y la subida de las tasas de interés ante una sobreoferta de pánico.

Esto quizás es un muy importante seguro contra la irresponsabilidad fiscal.

Otro factor que para algunos representaría otra contingencia es la tenencia de acciones mexicanas entre inversionistas extranjeros. La última estimación de Banxico asciende a 152 mil millones. ¿Esto representa una eventual salida de dólares del país? La respuesta es no. Cuando los extranjeros le compraron a los mexicanos sus acciones, entraron divisas al país. Si estos deciden vender sus acciones mexicanas en Nueva York, estas caerán de precio y otros inversionistas de Nueva York, Chicago, Tokio o de Londres se las van a comprar más baratas, sin que se dé ningún flujo de divisas de entrada o salida en el país. Sólo las acciones que los mexicanos les compren y traigan a México representarían una salida de dólares.

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