Opinión

En la economía, llueve sobre mojado


Benito Solís Mendoza
 
 
 
La oferta global tiene dos grandes componentes que son la producción interna (o PIB) y las importaciones que realiza un país. Estas últimas tuvieron un pequeño incremento de 1.0 por ciento en el periodo abril a junio con respecto al trimestre previo, mientras que el PIB se contrajo en -0.74 por ciento. Aunque la economía cayó en el segundo trimestre del año, todavía no se considera que esté en recesión, porque técnicamente se requieren que sean dos los trimestres consecutivos con datos negativos para que se confirme la misma y habrá que esperar para tener el dato del tercer trimestre.
 
 
Para poder conocer cuáles son las variables que están deteniendo el dinamismo económico, hay que analizar el comportamiento de los componentes de la demanda. Por definición contable, la Oferta Agregada de una economía es igual a la Demanda Agregada; esto significa que los se vende es igual a lo que se compra. Esto, que parece tan obvio es con frecuencia ignorado por muchos, quienes desean que las personas consuman, pero sin que los comerciantes y los productores tengan ventas e ingresos.
 
 
Por lo mismo, la demanda por bienes y servicios en el segundo trimestre disminuyó en el mismo porcentaje que la oferta, esto es en -0.73 por ciento. El principal componente de la Demanda Agregada es el Consumo Privado, que representa la mitad del total (52 por ciento); le siguen las
 
Exportaciones con el 23.7 por ciento; la Inversión Pública y Privada equivale al 15.8 por ciento de la demanda y el Consumo del Gobierno representa el 9 por ciento de la misma.
 
 
Al ver los porcentajes anteriores se entiende porque la inflación y los impuestos elevados deterioran el dinamismo económico al frenar el consumo privado, lo mismo que la crisis internacional al perjudicar las exportaciones. Por su parte, la falta de inversión detiene el crecimiento económico y el aumento en el Consumo del gobierno tiene un impacto limitado, por representar menos de la décima parte de la demanda total, aunque muchos lo proponen como la solución a la falta de dinamismo económico.
 
 
Al observar los datos de la demanda en los primeros seis meses del año se confirma que la principal causa de su contracción fue la baja en la Formación Bruta de Capital Fijo del Sector Público (o sea la inversión pública) y la Construcción del sector público y privado, ya que se redujeron en -7.4 por ciento y en -4.0 por ciento respectivamente. La inversión pública se refiere tanto a la federal como a la realizada por los estados y los municipios.
 
 
Por su parte, el consumo privado registró un aumento del 3.0 por ciento por arriba de la inflación en el primer semestre, con lo cual muestra que no es la causa del problema. Por su parte, las exportaciones solo aumentaron en 0.9 ciento anual, lo cual es muy bajo en comparación a su dinamismo anterior, lo que explica una parte importante del problema del país.
 
 
El PIB creció en promedio en todo el año pasado en 3.8 ciento y solo lo hizo en 1.0 ciento en el primer semestre del 2013. De mantenerse la actual tendencia en el resto del año es probable que la economía crezca incluso por debajo de este porcentaje. Se dice que hay recesión cuando se tiene un dato negativo en dos trimestres consecutivos, lo cual todavía no ocurre en este momento. Sin embargo, los lamentables eventos relacionados con las inundaciones en todo el país reducirán la producción y el consumo en diversas partes del territorio nacional, lo cual agravará el deterioro económico. A lo anterior habría que agregar la incertidumbre derivada de las modificaciones fiscales que se proponen para el próximo año. Por lo mismo, es posible que se vuelva a registrar un dato negativo en la producción en el tercer trimestre del presente año.
 
Economista.
 
 
 
 

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