Opinión

El PRI que viene

Luis Martínez

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El PRI actual perdió dos millones de votos según Raymundo Riva Palacio en la elección del 7 de junio y dejó de gobernar a diez millones de mexicanos. Sufrió descalabros importantes en Nuevo León y Querétaro. Logró el control del Congreso con el peor resultado en votos y porcentajes de su historia, gracias a los 20 diputados 'sandía' que compitieron como verdes.

Hace más de cuatro décadas Reyes Heroles nos advertía: Cuidémonos de los políticos transformistas, del mimetismo político, de la metamorfosis conforme soplan los vientos, no importa bajo qué signo ideológico se den las acrobacias. El PRI es adulto y al ímpetu juvenil aúna la experiencia. Un partido en el poder se desgasta si no se renueva permanentemente.

Cuando surgió el PNR había más de 200 partidos políticos regionales con locales en el país. Eran algunos de ellos partidos de clientela formados en torno a personas con programas vagos, si es que los tenían; eran partidos de ocasión meramente electorales. El Partido Nacional Revolucionario ciertamente nació como instrumento electoral, para evitar que las contiendas derivaran en hechos de sangre, pero desde sus orígenes más que un mero instrumento electoral fue un partido con ideas, con las ideas revolucionarias y nació como un partido con un sentido de organización nacional. Buscó convencer a la mayoría de los mexicanos que el ideario quedaría consignado en la Constitución de 1917.

Hoy arribamos a un cambio de la dirigencia nacional, tenemos cuadros políticos relevantes tanto de hombres como de mujeres en todo el país.

Me asombra que Riva Palacio piense que el cambio de la dirigencia nacional dependa únicamente del presidente y afirma que el PRI no se le puede dejar a Beltrones como le dijo un funcionario cercano a la casa presidencial.

También sostiene que Manlio aceptará lo que le proponga el presidente ¿Lo qué sea? Pero francamente, respetando al informante, yo me quedaría con la opinión de André Malraux: "Nada es tan importante en la historia del mundo como formar parte de las gentes que han sido capaces de decir no". Mi simpatía por Manlio radica porque lo sé un hombre de valores y de lealtades.

Ha desaparecido el verticalismo en la política mexicana, y el mandato de la nueva política implica: hacer política al negociar, al concertar con paciencia hacia la transformación que representan las reformas del presidente Peña Nieto, que han instrumentado dos políticos especialmente dotados para los nuevos tiempos: Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones.

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