Opinión

El grave problema de la economía informal


 
 
 
Benito Solís Mendoza

La economía mexicana ha tenido crecimiento en las últimas dos décadas, pero el mismo no ha sido uniforme, ya que su principal motor ha sido el sector externo, apoyado en las exportaciones y en las ventajas que proporcionó el Tratado de Libre Comercio al país. Por un lado se tienen sectores muy integrados a la economía mundial, que están basados en ventas de manufacturas nacionales, como son el sector automotriz y de productos para la industria de la construcción, de línea blanca y electrónica, de productos mineros e incluso de manufacturas para la industria de la aviación. Se estima que una tercera parte de todo el PIB nacional está muy relacionado con el sector externo.
 

Sin embargo, por otro lado están sectores que apenas pueden producir para su autosuficiencia alimentaria, con poco acceso a los mercados nacionales y desconocimiento de los últimos avances de las modernas tecnologías.
 
Por lo mismo, la economía nacional se ha ido partiendo en dos grandes sectores, que son el que utiliza las nuevas tecnologías, que está integrado al resto del mundo y que muestra el mayor dinamismo y el otro gran sector que sigue rezagado, con una baja productividad y con muy poco acceso a los mercados internacionales y a las nuevas tecnologías. Por un lado está el sector más moderno y por el otro aquel que se está quedando fuera del mercado formal.
 
 

Esto es visible en todos lados, mientras que por un lado están las empresas que están integradas a los mercados formales, que pagan sus impuestos, que recurren a las nuevos procesos, por el otro lado están los informales que venden en la calle productos de origen dudoso o alimentos sin ninguna higiene, que se roban la luz del primer poste que encuentran, que se instalan en las banquetas o salidas del Metro poniendo en riesgo a los transeúntes y a ellos mismos, que no pagan impuestos, pero que con gran frecuencia utilizan los beneficios que proporciona el gobierno y que paga el sector formal con sus impuestos o por medio de los ingresos petroleros.
 
 
Los datos oficiales son impresionantes, ya que de 47.8 millones de personas ocupadas que hay en México, el 59% está en la informalidad, esto es 28.2 millones de personas están en una ocupación informal. Ya son más las personas que laboran en el sector informal que en el formal. Destaca que las zonas del territorio nacional donde hay más informalidad, es donde se tienen los menores niveles de ingreso y de bienestar, como son Oaxaca (80.5%), Guerrero (79.2%) y Chiapas (78.1%).
 
 
La informalidad tiene muy bajos niveles de inversión y por ende de productividad, lo que se traduce en bajos ingresos,
 
Muy relacionado con lo anterior son los datos que muestran que el nivel de bienestar es muy bajos en el país, ya que el 45.5% de la población vive en la pobreza y el 11.5% de las personas están en la pobreza extrema.
 
Este es un problema que está afectando al resto de la economía por distintos mecanismos. Para un comerciante formal es muy difícil vender si tiene en su puerta un puesto de un ambulante, por lo que disminuyen sus ventas y su pago de impuestos. La economía informal reduce los ingresos públicos, ya que son pocos los trabajadores que pagan sus impuestos y crean un mal ejemplo.
 
Son varias las ideas para que se formalice al sector informal, destacando el pago de impuestos al consumo, pero que sean deducibles en el pago de otros impuestos, De esta manera todos pagaríamos impuestos, pero es un tema sensible porque logra su propósito, que sería el castigar a la informalidad y premiar a los formales. La estrategia de elevar los impuestos a los llamados causantes cautivos solo fortalece la economía informal.
 
La regla general deberá ser el facilitar el pago de impuestos, la obtención y autorización de permisos y enn general tener disposiciones que permitan que las personas puedan trabajar de manera formal y se puedan crear empresas y negocios. Sin embargo, es frecuente que se tenga lo contrario, esto es crear trabas al crecimiento del sector formal.
 

* Economista.
 
 
 
 

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