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Salario mínimo, secuestrado por los candidatos

Los candidatos a la presidencia de México coinciden en que la remuneración mínima debe de recuperarse, pero aún con sus buenos deseos, difícilmente sucederá en los siguientes seis años.

¿Quién da más? En la exuberante feria del enamoramiento del electorado, los aspirantes a ser presidente de México se lanzan al ruedo y prometen cantidades que se acercan a los 200 pesos diarios como ingreso mínimo diario para los trabajadores. Entre más alta prometen la cifra, más les aplauden.

El incremento al salario mínimo no le quitará el sueño a las grandes o medianas empresas pero sí a las de más pequeño tamaño quienes lo pagan con más regularidad. Parece que los candidatos olvidan esto.

Más del doble o cercano. AMLO dice que el alza tiene que ser prudente y progresiva, pero de entrada el primero de enero de 2019 quienes viven en la frontera ganarán el doble si su salario es de niveles mínimos. Para el resto del país habrá de aplicar una estrategia gradual pero también habrá de duplicarse.

Ricardo Anaya promete salario de 190 pesos. Los aspirantes a la presidencia no dan detalles porque aunque mencionen gradualidad procuran no ir más lejos.

La Coparmex solicita nuevamente incremento al salario mínimo y la 'izquierda' que López Obrador cree encabezar coincide con el pronunciamiento del sindicato patronal. Por su parte, los sindicatos en México (¿aún existen?) callan. Cualquiera que hubiese leído estos renglones a finales de los años setenta o principios de los años ochenta, pensaría que el autor estaba fuera de sus cabales, totalmente trastornado.

Así han cambiado las cosas. Ahora los patos le tiran a las escopetas.

Lo cierto es que ese salario tiene que incrementarse y algo habrá que hacerse para que de manera progresiva recupere el 77 por ciento de poder adquisitivo perdido entre 1976 y 2015.

La época de oro del salario mínimo mexicano inicia en 1952. En la década de los años cincuenta el crecimiento del poder adquisitivo del salario fue de 10.8 por ciento promedio anual. Esta es la era del salario que ha cautivado al candidato López Obrador y que tuvo un contexto diametralmente opuesto al que vive hoy México. ¿Cómo explicar que el México y el mundo de hoy es muy distinto a los contextos existentes hace 60 años?

En la década de los años sesenta el salario básico se incremento 4.5 por ciento promedio cada año. En los setenta el crecimiento se detuvo en seco durante la segunda parte de la década y en conjunto en esos diez años creció 0.3 por ciento.

En los años ochenta el salario se contrajo a promedio anual de 6.9 por ciento y en los años de la década siguiente la caída se pronunció a 3.2 por ciento.

El Coneval señala que para igualar la línea de bienestar al salario mínimo le faltan 9.25 pesos por día pues para el caso de los salarios en las urbes esta línea se estima, en general, de mil 985.48 pesos.

Si la Conasami, la Coparmex y los compromisos se cumplen, debiera hacerse un esfuerzo para incrementar al salario mínimo hacia 98 pesos por día.

Es prudente reconocer que lo que tiene de pérdida de poder adquisitivo el salario en más de tres décadas no podrá ser recuperado ni siquiera en seis años, como los candidatos ofrecen si es que están pensando en esa gradualidad.

Incrementar el salario mínimo al doble el primero de enero de 2019 escandalizará al sector empresarial y comprometerá muchas variables macroeconómicas. Pero al parecer esto no importa porque los candidatos están en 'modo Santa Claus.

Total, luego vemos cómo le hacemos con lo que podamos hacer. Y con lo que no, pues no.

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