El emprendimiento de carácter social procura llevar agua potable a partir de lo que la naturaleza nos concede por la lluvia. Está pensado fundamentalmente como un emprendimiento de carácter social y por supuesto sustentable a partir de un hecho contundente e incuestionable: la naturaleza nos lleva más de 4 mil millones de años de experiencia.
Son cuatro jóvenes mexicanos: Christian Navarro, Carlos Bravo, Raúl e Iván Gallardo. Llevan dos años en este proyecto de los cuales uno, el más reciente, fue invertido en el desarrollo de la tecnología.
Se trata de un producto que a manera de la flor de loto se abre cuando llega la lluvia, capta lo que la naturaleza nos concede y la filtra inmediatamente, lo que permite captar y dejar en calidad de agua potable esa agua de lluvia.
En regiones de bajo nivel de precipitación pluvial se pueden obtener anualmente 600 botellas de medio litro al año pero en zonas de alta precipitación rebasarían fácilmente las mil 200 botellas.
El prototipo final ya se tiene y ahora se trata de bajar el precio del producto hasta dejarlo accesible en una tienda mayorista del nivel de las 'home depot' o equivalente.
Pero tienen centrada su atención en la posibilidad de contribuir a que las comunidades más alejadas y pobres en México no tengan que seguir penando en el reto de conseguir agua potable. Primero será nuestro país y luego será el mundo, marcan sus prioridades.
De este Lotus Water hay dos modelos; uno electromecánico que ya está listo, y la versión automatizada en su totalidad. La primera versión habrá de ser lanzada al mercado antes de que finalice 2018 y la versión automatizada para 2019. Su forma está inspirada precisamente en una flor de loto capaz de comprobar que hay lluvia para lo cual abrirá sus "pétalos" y cuando termine la lluvia los cierra.
Es una solución mexicana para un problema que es mundial y especialmente grave ya que en la actualidad hay 7 mil millones de seres humanos y solo el 1 por ciento del agua existente en la Tierra es potable. Para 2050 seremos más de 9 mil millones de seres humanos, la disponibilidad de agua potable será menor al 1 por ciento.
Pero si bien el asunto es plausible y permite expresar el orgullo a la innovación mexicana, es triste confirmar la dificultad que ofrece la red de apoyos que con tanta lentitud y a cuenta gotas conceden las políticas públicas en México.
Los muchachos tuvieron que irse de México para contar con apoyos expeditos y suficientes para expresar su proyecto emprendedor y Canadá fue ese país que les ha cobijado con tanto esmero.
Residentes en aquella nación crearon la empresa Naturalis Innovation Lab con sede en Toronto. Es una empresa canadiense.
De ahí también han sido capaces de vincularse rápidamente con el Booth Camp Helix del Seneca Collage que es algo así como un IPN de muy alto prestigio en Canadá. El proceso de aceleración de este centro tecnológico ha permitido que lo que en México pudiera conseguirse en tres o cuatro años, allá lo hayan logrado en uno, en cuanto a tecnología refiere.
No se quejan de ello los mexicanos pero aseguran que su corazón y el corazón de su empresa seguirá siendo siempre mexicana aunque desearían que el complejo que acompaña al ecosistema emprendedor mexicano fuera mejor, más completo pero sobre todo más ágil.
Los jóvenes de este proyecto también fueron capaces de recibir el apoyo del Mexico Business Club del que ya escribimos en suficiencia el año pasado y que ha hecho nacer o apoyar a cerca de 200 proyectos empresariales de mexicanos en el Canadá. Guillermo Cruz Rico es un abogado mexicano que ha sido capaz de abrir muchas puertas en Canadá en favor del emprendimiento mexicano. Es la bujía principal del MBC.
Por el momento no se sabe a ciencia cierta en dónde se producirá el Lotus Water pero la intención es conseguir producirla lo más cerca posible de Guanajuato, de donde son estos chavos proclives a la innovación tecnológica.
Para tener contacto con esta muchachada guanajuatense puede hacerlo en la página www.nautiluslab.ca o bien al correo contact@nautiluslab.ca .
Qué difícil es hacer en México políticas a favor de los mexicanos. Qué pena.