Universo Pyme

"Los Morenos" en la caza de 9 mil empresas

Eduardo Torreblanca señala los retos que enfrenta la propuesta de un legislador de Morena para gravar a aquellas empresas que venden comprobantes fiscales.

Si no habrá aumento de impuestos ni nuevos impuestos de algún lado tendrán que incrementar la recaudación fiscal que soporte el cumplimiento de los extensos programas sociales comprometidos por la siguiente administración federal cuando enamoraba al electorado durante la campaña presidencial.

Y en esa bolsa amplia de posibilidades se encuentran las mafias defraudadoras del fisco.

ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR ha determinado ir por la recuperación de nada menos que 8 mil 948 empresas, que según investigación del SAT, defraudan sistemáticamente al fisco con aproximadamente 2.04 billones de pesos anuales.

Esas casi 9 mil empresas se dedican al negocio de "vender" comprobantes fiscales digitales a otras empresas o particulares que se prestan a la simulación de gastos en operaciones que nunca se han llevado a cabo.

Quienes 'compran' esos comprobantes fiscales son identificados como EDOS (Empresas que Deducen Operaciones Simuladas). Las empresas vendedoras de esos documentos son nombradas por el SAT como EFOS o Empresas Facturadoras de Operaciones Simuladas.

Antes, el prestar un documento fiscal era un gesto de amistad entre dos contribuyentes amigos. Hoy es un negocio orquestado por mafias organizadas que pagan con la muerte a quienes de alguna manera les obstruyen sus operaciones evasoras.

En la operación se cobra una comisión que va del 4 y hasta el 8 por ciento de la cantidad que se factura. Generalmente se trata de empresas que legalmente se hicieron de comprobantes fiscales digitales legítimos pero que en el camino se desviaron hacia una actividad más sencilla y harto lucrativa.

La iniciativa del legislador 'Moreno' pretende que en cada operación haya una retención tanto del IVA como del ISR en porcentaje de 10 y de 8 por ciento.

Además se consideran como delitos graves estas actividades sujetas a una sanción penal dura. Los servicios masivos no serían sujetos de esa retención como el caso del servicio eléctrico o el servicio de telefonía celular, internet, hospitales, hoteles y restaurantes. Este es un punto cuestionable que los fiscalistas pudieran aprovechar.

Servicios independientes cuya facturación no supere los 100 mil pesos no sufrirán alteración o cambio alguno en su mecánica regular. El contribuyente, se quiere dar ese bálsamo, pudiera proceder a iniciar trámite de devolución automática.

El legislador está seguro de que la devolución será expedita y justa para las empresas que no incurren en esas prácticas fraudulentas.

Ojalá fuera así , pero no lo es... Muchas empresas encuentran un terreno muy accidentado cuando se trata de poder conseguir una devolución de impuestos. Tranquilamente 40 días como promedio de los casos.

En la práctica no cabe duda de que todas las empresas, grandes, medianas, pequeñas o chiquitas aprovechan esos recursos fiscales para mover el dinero y pagar determinados bienes o servicios.

Con ese recurso, que finalmente enteran al fisco y pagan, regularmente bien, debe de suponerse, se hace economía porque aunque el crecimiento promedio del país ronda los 2.1, 2.3 por ciento anual en términos reales la economía sigue estando muy apretada y el dinero no fluye como todos quisieran.

Aunque la iniciativa parece tener justificación plena, en la práctica pagarán justos por pecadores porque si en la economía hay 4 millones 150 mil empresas formales, números gruesos, nueve mil de ellas son una minoría que para cazarlas habrán de complicar más las cosas al resto de las honestas.

Mas se antoja que la autoridad fiscal se atreva a usar los dientes de que dispone antes de aplicar procesos que resultan complicados, gravosos para las empresas y que convierten el pago de impuestos en un suplicio... ¡mayor!

Así es que, señor diputado, puede ser que tenga usted razón en las causas que motivan su creatividad legislativa pero en la práctica la porra popular de las empresas habrán de mandarle un cariñoso saludo a la familia si la iniciativa prospera.

¿No habrá otra manera de atender esos ilícitos? Fiscalistas experimentados dicen que sí. Habrá que ver.

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