Universo Pyme

'Huachicol' ya tiene mayoría de edad

Si el robo de combustible fuera un ser humano nacido en México, ya sería mayor de edad, con credencial del INE, posibilidades de votar y ser votado, pero también con edad para enfrentar la ley.

El huachicol, entendido como ordeña o robo del combustible desde Petróleos Mexicanos, tiene mayoría de edad. Si fuera un mexicano ya contaría con su credencial del INE y pudiera ejercer el voto.

De hecho, ya lo hace al enfrentarse al Estado. No puede entenderse su madurez y mayoría de edad si no fuera por la complacencia y participación de autoridades de todos los niveles de la vida pública nacional durante 18 años, comenzando por los presidentes de México quienes fueron puestos al tanto de lo que sucedía.

La primera historia de este asunto, escuchada por voz de un alto funcionario público, la recibí de FRANCISCO GIL DÍAZ en un viaje que el entonces Secretario de Hacienda organizó para cuatro columnistas de la fuente económica por cuatro puntos o puertas aduanales en el país.

Quienes estuvimos en ese viaje compartimos con el titular de la SHCP un viaje de casi 19 horas que partió desde el aeropuerto de Toluca dentro de un jet propiedad de BANCOMEXT prestado a Gil Díaz, quien solo se hizo acompañar de su coordinador general de aduanas, JOSÉ GUZMÁN MONTALVO, y de su encargado del área de Comunicación Social.

Casi al finalizar el viaje, en uno de los tantos despegues y aterrizajes que realizamos ese día, GIL DÍAZ, siempre una persona decente y cordial con "su prensa", nos compartió algunos detalles, intrascendentes pero simpáticos o bien significativos y graves.

Entre los primeros refirió al jet que nos transportaba como el aparato que perteneciera a JOHN F. KENNEDY como presidente de la Unión Americana y que se contaban historias de lo que ese jet habría sido testigo cuando Kennedy se acompañaba de Marilyn Monroe.

Ya de regreso a Toluca, en pleno vuelo, GIL DÍAZ nos confió en corto, sin que mediara el clásico off the record, que sobre la carretera que lleva a San Luis Potosí se asentaban personas que avisaban de la venta de gasolina y que había una red de expendios de venta de gasolina producto de la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos. Recuerdo que dijo con claridad y especialmente alarmado: ¡¡¡ES UN ESCÁNDALO!!!

Pues el ¡¡¡ESCÁNDALO!!! sería consentido durante tres sexenios de tal forma que si hubiese sido un ser humano nacido en México hoy ya sería mayor de edad, con credencial del INE, posibilidades de votar y ser votado, pero también, con capacidad de enfrentar la ley como persona adulta.

Pocos meses después de ese pasaje que cuento, JUAN BUENO TORIO, ya no como subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa sino como director de PEMEX REFINACIÓN, me confió OFF THE RECORD la enorme responsabilidad que, desde su punto de vista, tenía el sindicato de Pemex y sobre todo su dirigencia en una sangría "salvaje" que se estaba haciendo de la paraestatal, dándome detalles de algunas calamidades que representaban a la empresa pérdidas muy relevantes. Cito solo una:

"En el Contrato Colectivo de Trabajo se tiene estipulado que cualquier materia prima que sirva para elaborar productos de plástico que resulte contaminada o represente una merma para la empresa pasaría a ser propiedad del sindicato de trabajadores de Pemex".

Lo que sucedía entonces es que en algunas de las plantas de producción de materia prima para elaborar productos de plástico los trabajadores rompían intencionalmente las bolsas con el pellet de plástico para que parte de esas hojuelas cayeran al suelo, lo que representaba en automático que lo caído al suelo y lo que no hubiese caído pasara a ser propiedad del sindicato, que posteriormente lo vendía a empresas procesadoras de esas hojuelas.

En corto JUAN BUENO me confió que lo que vivía PEMEX era una verdadera PORQUERÍA.

No solo siguieron siendo así las cosas sino incluso empeoraron.

La lógica más elemental señala que tanto el sindicato de Pemex como su dirigente SABÍAN PERFECTAMENTE DEL ROBO DEL COMBUSTIBLE y que participaban del beneficio económico que dicho ilícito representa.

Es imposible y sería gravísimo dejar sin castigo o al menos sin investigación exhaustiva el papel de la dirigencia en esas y otras actividades contrarias a los intereses y de los resultados financieros de la empresa petrolera.

La ley no se negocia.

AMLO se juega una parte importante de su capital político si da la espalda a la necesidad de castigar a quienes sacaron provecho al consentir o participar del hurto de carburantes y que fueron parte de esa industria que hoy se enfrenta "de tú a tú" con el Estado mexicano y la figura presidencial.

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