Universo Pyme

Falta que los chavos quieran

Torreblanca habla de la dificultad que tendría el proyecto de inserción de jóvenes a actividades productivas, si no desearan adherirse o lo hicieran temporalmente

El Gobierno que encabezará AMLO en pocos días más está decidido a cumplir todas y cada una de sus promesas en campaña. Una de ellas, relevante, es insertar a casi 3 millones de jóvenes en actividades productivas, particularmente aquellos que hoy no estudian y tampoco han encontrado un lugar como trabajadores formales.

No carece de razón el siguiente gobierno si se preocupa y ocupa de este problema del que mucho se han beneficiado los grupos delincuenciales que han aprovechado este verdadero ejército de muchachos para incluirlos en actividades delictivas.

Aunque el próximo gobierno pudiera toparse con un inconveniente que quizá haya menospreciado y que no es poca cosa: ¿Y si los muchachos deciden no incluirse en estos programas en su beneficio?

Un problema muy serio que tiene que medir el siguiente gobierno es la falta de información con que cuentan los muchachos respecto a los programas que en su beneficio piensa operar el gobierno de AMLO a partir del primero de diciembre próximo.

Jóvenes Construyendo el Futuro está programado para beneficiar a 2.6 millones de muchachos mexicanos entre los 19 y los 29 años. Se trata de impactar favorablemente a aquellos que con educación preparatoria deseen continuar sus estudios o bien aquellos que no cuentan ni con estudios en curso ni con trabajos formales en posibilidad.

Los programas deberán ser desarrollados y soportados tanto por la SEP como por la STPS. En el caso de los que soporte la Secretaría del Trabajo deberán ser dos millones 300 mil muchachos que se inserten en el aparato productivo y que las empresas tenderán a capacitar para poderlos incluir en sus procesos productivos.

Para este caso los muchachos recibirán un apoyo (subsidiado por el Gobierno Federal) de 3 mil 600 pesos mensuales. El 70 por ciento del total de apoyos deberán insertarse en las empresas, el 20% en el sector público y 10% en organismos no lucrativos.

Para el caso de los muchachos que quieran continuar sus estudios se procura que sean un total de 300 mil con bachillerato terminado que intenten mantener sus estudios técnicos o profesionales, tiempo durante el cual recibirán del Gobierno Federal 2 mil 400 pesos mensuales.

El problema es que hay muchos detalles elementales que los beneficiarios desconocen fundamentalmente porque no tienen el hábito de informarse en los medios de difusión colectiva donde han surgido algunos detalles importantes de estos proyectos que serán una realidad en pocas semanas más.

Lo más recomendable es que el Gobierno distinga la mejor manera y la más sencilla posible de que los muchachos se enteren de estos programas y tengan clara la forma en que pueden quedar inscritos en ellos.

Lo más seguro es que no pocos muchachos determinen que "la paga" que van a recibir es muy poca como para interesarles.

Otra podrá ser la respuesta de bachilleres con intención de seguir cursando otros estudios técnicos o superiores con un apoyo mensual de dos mil 400 pesos que tampoco les hará la diferencia pero que pueden ser un punto de apoyo que en algo les resuelva su traslado al centro educativo o bien para la adquisición de algunos libros. Para ellos habrá 300 mil lugares.

Esto significaría apoyar a 9 mil 375 mexicanos en cada uno de los estados. Para algunos será una cifra generosa pero para otros estados pudiera ser por mucho insuficiente. Saber cómo distribuir la cantidad representará un problema a resolver.

Pero lo harán sin duda. Ahora bien... hay más dudas. Muchas de ellas de las empresas beneficiarias porque en algunos casos se piensa que los muchachos que lleguen, arribarán sin capacitación alguna y con poco interés en vincularse con tareas muy elementales que les pudieran resultar "poco relevantes" para no decir "indignas".

Aún en las tareas más básicas, los muchachos tendrán que ser capacitados por la empresa, que también tendrá que suponer que no todos los que lleguen podrán mantener su interés en la actividad que se les asigne por lo que pudieran decidir no ir más a cumplir con sus obligaciones.

Para la empresa, el proceso de capacitación para tareas sencillas, muy elementales, se estima entre los 3 mil y los 3 mil 500 pesos al mes que en algunas ocasiones no se considera poca cosa sobre todo si es que el muchacho o muchacha "tira la toalla" a los tres o cuatro meses de iniciado el trabajo.

En fin que un programa noble puede no estar pavimentado con seda, como puede verse.

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