Érase una vez un Número

Instituciones que contribuyen a la democracia

La nueva herramienta difundida por el Inegi y el INE es un indicio de que no todo está perdido en materia de instituciones en nuestro país.

En la entrega anterior comenté sobre la importancia de que los candidatos reconozcan las diferencias regionales y hagan propuestas acorde a lo que se está viviendo en cada zona del país, considerando que los promedios nacionales engañan.

En este contexto, vale la pena poner sobre la mesa una herramienta recientemente difundida por el Inegi y el INE denominada Estadísticas Censales a Escalas Geoelectorales, que integra información de la Encuesta Intercensal levantada por el Inegi en 2015 y la Distritación Federal 2016-2017 realizada por el INE.

La herramienta presenta información para cada uno de los 300 distritos electorales, lo que evita que los candidatos a diputados federales, por ejemplo, tengan que pagar o destinar tiempo al análisis de cuáles son las características de su distrito, dado que con este producto se puede obtener información de 107 indicadores relacionados con la composición de la población, la salud, la vivienda, las características educativas y económicas, de movilidad, de etnicidad y otras variables.

A pesar de que no se dispone de información para áreas más pequeñas, como las manzanas o las secciones electorales, por no contar con información como la del Censo de Población y Vivienda 2010, el producto resulta muy relevante para que los candidatos cuenten con información para afinar sus estrategias de campaña y sus propuestas a los electores. Para ilustrar lo anterior tomo algunos indicadores de la lista y presento el mínimo y el máximo de cada indicador.

Si bien existen variables donde se ha producido una gran igualdad en el país, como en el porcentaje de la población que no tiene acta de nacimiento, donde el mínimo es 0.2 por ciento y el máximo 2.9 por ciento en los distritos electorales, en la gran mayoría de los indicadores se observan grandes contrastes, que reflejan los distintos niveles de desarrollo. El porcentaje de viviendas con internet es en un distrito de sólo 0.9 por ciento, mientras que en otro resulta de 81.9 por ciento; o incluso en temas más elementales donde deberíamos haber reducido las diferencias, tenemos que la tasa de personas que saben leer y escribir es en un distrito de 61.4 por ciento y en otro 99.1 por ciento, lo que puede reflejar situaciones del pasado; no obstante lo anterior, hay cosas que no se están corrigiendo en las generaciones actuales, lo que se manifiesta en el porcentaje de asistencia escolar de la población de seis a 11 años de edad, que es de 81.4 por ciento en un distrito y de 99.4 por ciento en otro. Las propuestas también serían diferentes si se conociera que el porcentaje de personas afiliadas al Seguro Popular es de 9.2 por ciento en un distrito y de 96.1 por ciento en otro. En el porcentaje de viviendas con drenaje los contrastes también son extremadamente relevantes: 39.1 por ciento vs. 99.8 por ciento.

Existen otras diferencias, quizá muy obvias, pero que vale la pena tener en cuenta al momento de hacer propuestas. En el porcentaje de niños (personas de entre cero y nueve años de edad) tenemos un distrito con 8.7 por ciento y otro con 28.1 por ciento; en la contraparte, personas de 60 años y más, el mínimo es de 3.9 por ciento y el máximo de 19.2 por ciento, casi uno de cada cinco ciudadanos.

Dos de los contrastes más grandes están relacionadas con hablantes de lengua indígena, que en un distrito ascienden a 0.1 por ciento y en otro a 80.6 por ciento; o la actividad económica, donde el porcentaje de la población ocupada en actividades agropecuarias asciende en un distrito a 0.04 por ciento mientras que en otro es de 70.0 por ciento.

Bienvenida esta herramienta, porque en la era de la información uno de los elementos que no puede faltar en una elección es, precisamente, información. La información está en el centro de nuestra habilidad para actuar efectiva y exitosamente; pero también en el centro de la agenda para tener una sociedad más democrática y más participativa. Muchas veces, cuando están en campaña, los partidos y los candidatos piensan que los días son demasiado cortos, con este producto se van a ahorrar mucho tiempo.

Esta herramienta es un indicio de que no todo está perdido en materia de instituciones en nuestro país. En los últimos días se ha debatido y comprobado la intervención de la PGR en las campañas electorales; en este caso podemos presumir lo contrario, la existencia de instituciones que entienden que en una democracia es indispensable que la información este no sólo en manos de los gobiernos o de un partido político, sino de todos los actores políticos y de la sociedad en su conjunto. Que todos tengan el mismo acceso a la información, porque al final, la información oficial tiene las características de un bien público, es decir, el uso de esa información no impide que otros la usen y el hecho de que la misma información sea usada simultáneamente no altera su contenido.

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