Érase una vez un Número

Estado de ánimo de los mexicanos en un año electoral

Una herramienta desarrollada por el Inegi diagnostica que el ánimo de los mexicanos en este 2018 no es ni más feliz ni más triste que en 2017.

Las campañas, todos los sabemos, no son días de campo, son periodos de ataques, guerras sucias, fake news, meses de escuchar más los puntos negros de las y los candidatos que sus cualidades o propuestas.

En esta campaña, a pesar de los esfuerzos de muchos organismos intermedios y organizaciones de la sociedad civil para promover el debate de las ideas, la atención ha estado concentrada en la parte negativa, lo que ha generado un ánimo de enfrentamiento en la clase política que se ha traslado a la sociedad.

Sin embargo, ese ánimo negativo no parece ser el signo de la mayoría de la sociedad. La verdad es que frecuentemente extrapolamos lo que vivimos en nuestro entorno, en nuestras redes, con nuestros conocidos, lo que leemos en los periódicos, escuchamos en la radio o vemos en la televisión, a toda la sociedad, y al hacerlo cometemos un error.

Una forma muy novedosa de medir el ánimo entre los ciudadanos es utilizar una herramienta que desarrolló el Inegi para medir el estado de ánimo de los tuiteros en México a nivel nacional y por entidad federativa. La herramienta, que se encuentra en la sección de estadísticas experimentales del Inegi, nos permite analizar el estado de ánimo por mes, semana, día e incluso hora, y buscar entender las razones de los cambios a partir de los hashtag y noticia del día.

De los cuatro días con peor estado de ánimo en 2018, tres están asociados a los días en que hubo debate de los candidatos a la presidencia de la República. El 12 de junio, por ejemplo, día del tercer debate, se registraron 62 por ciento de tuits positivos y 38 por ciento de tuits negativos, lo que sucede particularmente entre las 9:00 y las 11:00 de la noche. Resultados similares sólo se habían observado durante los sismos del 8 y 19 de septiembre del año pasado y el 4 de enero, día del periodista.

Por otro lado, los cuatro estados de ánimo más positivos de la serie en este año están asociados a los triunfos de la Selección Mexicana contra Alemania y Corea del Sur, 17 y 23 de junio, el 4 de marzo por la ceremonia de los Premios Óscar, y el primero de enero relacionado con el Año Nuevo, especialmente entre las 12:00 de la noche y la 1:00 de la mañana.

Cuando se hace la agregación mensual del estado de ánimo de los tuiteros en México, se observa que la relación entre tuits positivos y positivos es prácticamente la misma en el segundo semestre de 2017 (1.99), que en el primer semestre de 2018 (2.0). No es que el estado de ánimo esté bien, pero no parece afectado por la contienda electoral. Adelanto dos hipótesis: la economía no ha estado tan mal o hay menos interés en la política de lo que pensamos.

En la Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor del Inegi que se levanta en las principales zonas urbanas del país se pregunta a los entrevistados: ¿Cómo considera su situación económica comparada con la que tenía hace doce meses? Y al comparar los resultados del periodo enero-mayo de 2018 con los de enero-mayo de 2017 se observa un crecimiento de 5.0 por ciento y cuando se pregunta por el país, un crecimiento de 7.7 por ciento; es decir, como lo comentamos en el artículo de la semana anterior, si bien no ha sido un año especialmente bueno, ha sido un año normal, sin sorpresas, con comportamientos esperados y buen crecimiento del empleo formal.

Por otro lado, en la Encuesta Sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología 2017 levantada por el Conacyt y el Inegi, se pregunta a los entrevistados sobre su interés en diversos temas. Los que respondieron que tenían un interés grande o muy grande en la política fue sólo el 16.4 por ciento, en contraste con la respuesta respecto al deporte (38.5 por ciento). También se pregunta sobre qué tan buena es su información respecto a estos y otros temas. Las respuestas correspondientes a buena y muy buena fue de 17.8 por ciento para la política y 40.1 por ciento para el deporte.

En síntesis, se percibe un ánimo de gran confrontación entre la clase política que se traslada a los ciudadanos que seguimos la política; sin embargo, no parece ser un tema generalizado en la sociedad, en parte, porque hemos tenido un año normal en materia económica, y en parte por el bajo interés que se tiene en nuestro país por la cosa política.

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