Opinión

De cabildeo y política


 
 
Rosario Guerra
 
 
Con la propuesta del PRD en materia energética, el Congreso cuenta tres iniciativas para los trabajos de dictaminación. Las tres propuestas coinciden en reformar el régimen fiscal de Pemex, la participación del sector privado en el proceso de búsqueda y extracción del petróleo, con diferentes matices, incluido el pago que se debe hacer a los particulares, aunque en esto hay también sus diferencias. Las iniciativas no coinciden en las reformas constitucionales, PAN busca un régimen de concesiones, con órganos autónomos reguladores que implican cuotas partidistas; el PRI abre a contratos de utilidad compartida, con pago en efectivo a inversionistas y comercialización en manos de la paraestatal; el PRD se opone a cambios constitucionales y presenta modificaciones a distintas leyes para lograr modernizar el sector con participación de privados, crea un fondo petrolero que administre excedentes, y cancela la participación del sindicato en órganos de gobierno.
 
 

Es un debate técnico pero muy ideologizado. Además de recursos, Pemex requiere acceder a las nuevas tecnologías para la extracción y exploración petrolera, las cuales no están en venta. Un problema de la propuesta de EPN es que solo se refiere a los cambios constitucionales y esboza contenidos de las leyes reglamentarias, sin entrar a detalles. El PAN define el modelo en la Constitución, incluida la sustentabilidad, y el PRD propone un modelo propio de desarrollo de la industria. Pero todos concuerdan en que se requieren cambios.
 
 

Estos habrán de concretarse en el Congreso, a través de alianzas para generar las necesarias mayorías; será en las calles donde se llevarán a cabo los actos de resistencia a las modificaciones. Ya la CNTE inició el proceso, pero la toma de San Lázaro, sólo aceleró la aprobación de las tres leyes reglamentarias en educación. No habrá unanimidades, pues ni PRI, ni PRD en voz de Cárdenas, aceptan una negociación constitucional.
 
 

El debate se ventilará en los medios de comunicación. Con dudas respecto a la operación de una apertura no exenta de riesgos, tanto por corrupción, como por el interés que pueda despertar entre posibles inversionistas y un cambio de la geopolítica del petróleo que afectó mercados.
 
 

Como contraparte de esta Reforma Energética, PAN y PRD exigen una Reforma Política. PAN y PRD en Senado presentaron una propuesta con doble vuelta para elección presidencial entre aspectos que el PRI seguramente no aceptará, por lo cual se avanzará en dos etapas, uno en el ámbito electoral que se aprobaría de inmediato, y otra más de cambio del sistema político, a considerarse con miras al 2018. Para el PRD también implica un cambio del sistema, pero la autonomía del DF que propone Miguel Ángel Mancera es una de las más importantes a considerar. La propuesta implica Reforma Constitucional para otorgar mayor autonomía a la ciudad, con Constitución local, gobierno con mayores facultades, sin perder su status de sede de los Poderes de la Unión, y con elección de autoridades en demarcaciones que incluyen a un titular y un órgano colegiado de gobierno, que se abre a la participación ciudadana.
 
 

El llamado de Cuauhtémoc Cárdenas a AMLO para que se sume a la propuesta perredista, no tendrá eco, seguirá en su zona de especialización, la de un rechazo total a toda propuesta, para posicionarse con Morena, como la única oposición real en México. No es fácil el momento para los partidos políticos pese a coincidencias, hay divergencias que parecen infranqueables en los cambios suscritos en el Pacto por México. Todo apunta pues a que la Reforma Energética y la Hacendaria serán por mayorías legislativas o no serán. Toda la maquinaria de gobierno está en el proyecto que compromete el capital político de EPN y el destino nacional. Se construyen las mayorías.
 

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