Por Alfonso Romo
En la presente contienda electoral, se ha buscado posicionar las propuestas de los candidatos a la presidencia a determinadas corrientes ideológicas y por definición se ha tomado como dogma de fe, que las propuestas del candidato a la presidencia de la República por la coalición Juntos Haremos Historia Andrés Manuel López Obrador (AMLO), son las más alejadas de las posiciones del sector privado en términos de la visión acerca del funcionamiento de la economía.
Si se analizan las propuestas que en materia económica y de desarrollo económico AMLO ha hecho públicas desde noviembre de 2017, se pueden encontrar que, lo que pide el sector privado como políticas públicas para impulsar al país, coinciden completamente con las propuestas económicas de AMLO en caso de ganar las elecciones del primero de julio.
Analizando los posicionamientos que han hecho organismos empresariales como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la Asociación de Bancos de México (ABM) se pueden resumir en los siguientes puntos:
Finanzas Públicas sanas y estabilidad Macroeconómica. La ABM exige a los candidatos "prudencia en la política económica y estabilidad macro y finanzas públicas sanas". COPARMEX insiste en "instalar una política de deuda gasto público con controles, para prevenir la asignación discrecional de los recursos y, que otorgue al Poder Legislativo un papel central en la definición y aprobación de endeudamiento y gasto enfocados a promover la igualdad de oportunidades, movilidad social y el crecimiento económico con bienestar". En concreto el programa económico de AMLO establece que "es imprescindible llevar a cabo una verdadera reforma fiscal orientada hacia una revisión y reasignación profunda del gasto público".
Enfatiza en hacer una revisión y reasignación del presupuesto del sector público de manera que se destine la mayor parte de éste a la inversión pública, y disminuir el gasto corriente, prestando especial interés en que éste se ejerza de manera honesta, austera y eficaz. De todas las propuestas económicas que se han presentado por parte de los candidatos presidenciales, la de AMLO es la única que pone énfasis en hacer una reingeniería al gasto público para que éste se pueda ejercer de manera más austera, eficaz y honesta. Es el único candidato que ha visualizado encontrar ahorros presupuestales cercanos al 2.0% del PIB, para que estos se destinen en un 60% a proyectos de infraestructura y desarrollo regional, 26% a programas sociales y 14% a reducción de deuda pública.
Autonomía del Banco Central. La ABM pide que siga la autonomía del Banco de México y se continúe con el régimen de libre flotación. En el programa económico de AMLO se pone en primer plano y no se pone a discusión, la autonomía del banco central, y se reconoce el papel que ha tenido como institución autónoma para lograr reducir la inflación a niveles cercanos a nuestros socios comerciales y que la política cambiaria flexible es la que ha permitido que el mercado cambiario absorba todos los choques de oferta y de expectativas que continuamente impactan al valor de nuestra moneda.
Libre Comercio. En cuanto al tema de libre comercio, la ABM pide que siga la apertura de la economía; el CCE pide que no debemos regresar a esquemas proteccionistas y que "se debe buscar impulsar el mercado interno a través de impulsar la competencia económica, fortalecer las cadenas de valor y la proveeduría de las empresas mexicanas a las grandes exportadoras, a través de la innovación y sin medidas proteccionistas".
En el Proyecto de Nación presentado en el Auditorio Nacional, en ninguna parte se hace mención de abandonar el modelo de economía de mercado ni de regresar a esquemas proteccionistas.
El objetivo de este proyecto es propiciar el desarrollo del sector industrial y tecnológico de México, mediante la generación de más empleos y mejor remunerados, así como contribuir a la creación de más y mejores empresas para el fortalecimiento del mercado interno, potenciando la integración de cadenas productivas. La propuesta concreta es que la política industrial y sectorial incentive, a través de diferentes mecanismos, programas económicos que actualmente han sido descuidados y que han provocado que los empresarios se dediquen a actividades manufactureras con poca integración nacional y recurran más a la importación que a ser competitivos y producir los bienes e insumos internamente. Existen muchas áreas de oportunidad que actualmente no son tomadas en cuenta y que pueden ser un parteaguas en el crecimiento y el desarrollo del país y de todas sus regiones.
Sistema financiero. La ABM pide un Sistema financiero sólido y con libre competencia. En las propuestas de AMLO se propone llevar a cabo una revisión integral de la regulación financiera con el objetivo de simplificarla y lograr así reducir los costos regulatorios que se traduzca a su vez en menores costos para los usuarios de servicios financieros; se busca aumentar la inclusión financiera para que los servicios financieros, principalmente de crédito, lleguen a toda la población con mejores condiciones, para lo cual es muy importante disminuir los costos operativos y regulatorios del sistema financiero y se busca mejorar las condiciones de competencia en el sector para permitir un terreno de juego parejo entre todos los participantes que redunde en menores costos y mayores servicios para los usuarios de los servicios financieros.
Estado de derecho y respeto a las instituciones. La ABM y el CCE insisten en el respeto a las instituciones para darle certidumbre a la inversión, basado en el Estado de derecho y sujetar las propuestas a la Ley. Los compromisos del Estado Mexicano se deben respetar. La inversión privada busca estabilidad basado en la legalidad, más allá de las coyunturas electorales". Uno de los puntos más importantes del programa económico de AMLO es asegurar un irrestricto apego al Estado de derecho, en donde hay un compromiso claro en fortalecer la autonomía y la independencia e igualdad de condiciones entre los tres poderes de la Unión y los Órganos Autónomos.
En cuanto a temas polémicos como el de la continuación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o de los contratos otorgados en el marco de la Reforma Energética, la administración de AMLO no va a tomar decisiones arbitrarias. Todas estarán tomadas en el marco de la Ley, buscando un balance entre los legítimos intereses de los inversionistas privados que han confiado en México y en sus instituciones y en asegurar la transparencia para que estos proyectos no signifiquen una carga futura para las finanzas públicas (como es el caso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México) y que cumplan el propósito de incrementar las reservas petroleras, incrementar la producción de hidrocarburos y que el Estado pueda recibir ingresos que le permitan apuntalar al desarrollo de México, como es el caso de la reforma energética.