Colaborador Invitado

Afición deportiva y competencia económica

Hay quien ve una intencionalidad perversa por controlar los contenidos deportivos en América Latina, como ya ocurrió en Argentina.

POR Federico González Luna Bueno.

El pasado 3 de diciembre, la autoridad brasileña de competencia impugnó la fusión Disney y Fox al considerar que tendría repercusiones adversas para los consumidores brasileños en el mercado de canales deportivos de televisión de paga. Esto tiene mucho que ver con México.

La fusión es una operación mundial de 72 mil millones de dólares, que involucra a dos de las más grandes y prestigiosas empresas de contenidos. Con condiciones, la operación había sido aprobada por Estados Unidos y la Comisión Europea, y por China, sin condiciones. Pudo haberse pensado que la aprobación brasileña era de mero trámite, pero no fue así.

El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), de Brasil, analizó cada mercado relevante en el que actúan Disney y Fox en el país sudamericano y vio un probable efecto sobre la calidad y diversidad de contenidos deportivos, y previó posibles barreras de entrada. Cosa grave, la operación daría a Disney la posibilidad de determinar unilateralmente los precios.

Para la autoridad, se crearía un duopolio entre Disney y Globosat que concentraría el 90 por ciento de la audiencia. Reduciría la rivalidad en la adquisición de derechos y producción de contenido deportivo, pues Fox tiene derechos exclusivos de buena parte de los partidos de fútbol (Copas Libertadores, del Brasil, Sudamericana, de Francia, Bundesliga, la Liga y la Europa League) mientras que Disney los tiene de la Premier League, la Liga italiana, la NBA, NFL, MLB y tenis.

Lo que dictaminó el CADE es similar a lo ocurrido en Estados Unidos, donde la fusión Disney/Fox fue condicionada a que se excluyeran los canales deportivos regionales de la cadena Fox (así como los canales noticiosos y la red de canales de televisión abierta de Fox).

¿Qué tiene que ver todo lo anterior con México? Pues que Disney y Fox han sometido al Instituto Federal de Telecomunicaciones y a la Comisión Federal de Competencia la aprobación de su fusión en términos similares a los de Brasil, es decir incorporando a la operación, entre muchos otros negocios, todos sus canales deportivos (y noticiosos), lo cual hace por demás inquietante la posible concentración.

Para dimensionar la relevancia en los hogares mexicanos del asunto partamos de un dato: todos los paquetes comercializados por los principales operadores de tv de paga incluyen, como mínimo, 2 señales deportivas de Fox y 2 de Disney (ESPN). Juntas, tales empresas tienen el 73 por ciento de la audiencia de canales deportivos (Disney 36% y Fox 37%), el restante 27 por ciento se lo reparten los demás canales deportivos de tv de paga.

En una fusión así (como se acaba de ver con el lanzamiento del nuevo canal Fox Sports Premium) los prestadores del servicio de tv de paga no podrían negociar precios, repercutiéndolo en sus suscriptores, sobre todo a los de menos ingresos. Actualmente los paquetes de menor costo (abajo de 299 pesos) son contratados por el 63% de los hogares, quienes obtienen 80% de sus canales deportivos de Disney y Fox.

En lo relativo a la producción de contenidos deportivos, al día de hoy Disney y Fox compiten férrea -y separadamente- por liderar este segmento. Muchos de sus contenidos deportivos son propios, basados en derechos de exclusividad, a los que los suscriptores no pueden tener acceso en otros canales. De aprobarse tal cual la fusión, Disney enfrentaría una muy débil competencia de Warner Media, Televisa, Discovery, Megacable, Viacom, NBC Universal, entre otros.

El caso tiene una connotación social innegable para millones de suscriptores de tv de paga de menos ingresos y los aficionados al fútbol, lo que ha motivado que más de 15 senadores de Morena, PAN y Verde le hayan externado su preocupación del caso a Gabriel Contreras del IFETEL y a Ana Palacios de la COFECE.

Hay quien ve una intencionalidad perversa por controlar los contenidos deportivos en América Latina, como ya ocurrió en Argentina, donde prácticamente todos los partidos de fútbol profesional se han incluido en el canal Fox Sports Premium, de pago especial. Lo que sí sabemos es que estamos ante una fusión con serias repercusiones de mercado que las autoridades no podrían trivializar.

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