Claudia Olguin

Oficinas, un nuevo escenario

Lo que ha mantenido el mercado es el movimiento de inquilinos del sector financiero, energético, telecominicaciones y la aportación del coworking: Claudia Olguín.

El mercado de oficinas de la Ciudad de México (CDMX) es del tamaño de Pitsburgh, tiene un nivel de construcción mayor que Chicago y tiene una tasa de disponibilidad superior a la que registran ciudades como Los Angeles, Vancouver y Toronto.

La pregunta es si con esta perspectiva regional, el mercado de la ciudad logrará colocar los cerca de un millón de metros cuadrados en edificación.

Indudablemente 2018 ha sido un año de cambios en los indicadores de oferta, demanda y construcción, que de manera histórica generó récords en absorción e incluso participación de nichos en el arrendamiento como el gobierno.

El elemento clave en un mercado sano es la absorción, que actualmente tiene una tasa de 14.39% debido a que en el mercado se han colocado entre 350 y 450 mil m2 anualmente.

Un análisis comparativo desarrollado por la firma Avison Young indica que si bien actualmente se construye una proporción del 16.6% del inventario total de oficinas clase A, en comparación con otras ciudades de Estados Unidos y Canadá, la CDMX desarrolla 54.1% más metros de oficinas que el promedio de los tres países.

Otro indicador que destaca el estudio comparativo es la obra terminada en el primer semestre del año, que supera en 33% lo registrado en los mercados de Estados Unidos y Canadá. Con todo, los niveles de absorción de la ciudad están por encima de Vancouver y Los Angeles.

El fantasma de la descentralización aquí comentado y aún latente, pudiera desacelerar ese nivel de absorción porque si bien el gobierno apenas representa entre 3 y 5% del inventario de oficinas A y A+, su efecto se multiplica por las empresas proveedoras que se alimentan de el.

Por otra parte, y no menos importante a considerar es la nueva política de desarrollo urbano de la administración entrante del gobierno de la Ciudad de México. Si bien no está confirmado oficialmente, situaciones desafortunadas como el colapso de la estructura de un área del proyecto Artz Pedregal, ha generado un impasse en la gestión que diversos desarrolladores efectúan para nuevos proyectos.

Incluso antes de este proceso, ante la incertidumbre del TLC, la inestabilidad cambiaria y el proceso electoral, se detuvieron algunos proyectos.

Lo que ha mantenido el mercado es el movimiento de inquilinos del sector financiero, energético, telecominicaciones y la aportación del coworking.

Torre Reforma destaca entre rascacielos

La carrera por las alturas continúa. Esta vez Benjamín Romano, y un gran equipo de colaboradores, entre ellos Julieta Boy en la gerencia de proyecto, el ingeniero sísmico Roberto Meli y sinnúmero de empresas involucradas en el proceso de Torre Reforma de 246 metros de altura, figuraron entre los 5 finalistas del Premio Internacional Highrise. (IHA por sus siglas en inglés).

Cada dos años, este reconocimiento considerado el Pritzker de los rascacielos, premia las mejores apuestas de edificación vertical en el mundo. Esta ocasión compitió con más de mil nuevos edificios con más de 200 metros de altura.

Entre los 5 finalistas, el rascacielos mexicano compite con el Maha Nakhon en Bangkok/Tailandia, Beirut Terraces en Líbano, Chaoyang Park Plaza en Beiging/China y Oasia Hotel Downtown de Singapur.

El reconocimiento importa si se considera que en la competencia quedaron proyectos de reconocidos arquitectos como Ateliers Jean Nouvel, Foster & Partners, Pelli Architects, Renzo Piano Building Worshop y Zaha Hadid Architects.

El premio será dado a conocer la tarde del 1 de noviembre próximo en el Deutsches Architekturmuseum (DAM) ubicado en Frankfurt. El reconocimiento incluye un premio en efectivo por 50,000 euros y una estatuilla diseñada por el artista Thomas Demand.

El IHA otorga a arquitectos y desarrolladores cuyos edificios miden al menos 100 metros de altura y fueron concluidos en los dos últimos años.

El jurado—conformado por arquitectos, ingenieros estructurales, expertos en bienes raíces y críticos de arquitectura—analiza los proyectos nominados con base en los siguientes criterios: diseño pensado en el futuro; funcionalidad; tecnología de construcción innovadora; integración en esquemas de desarrollo urbano; sustentabilidad, y costo. Los cinco finalistas de este año fueron seleccionados de entre 36 nominados de 15 países.

De igual manera, y localmente destaca la entrega de la medalla Bellas Artes de Arquitectura que recibirá el 5 de septiembre Roberto Meli, nacido en Italia pero radicado en México desde 1957, fecha en que estudió ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este precursor de la ingeniería sísmica, fue responsable del movimiento de la casa catalogada que fue integrada en la mencionada torre.

Vinte va por bono sustentable

Como parte de su estrategia en pro del medio ambiente, la desarrolladora Vinte emitió el primer bono sustentable del sector de vivienda en América Latina.

La emisión de este papel, equivalente a 800 millones de pesos con vencimiento a 7 años, generó una buena aceptación en los mercados. La idea de esta estrategia financiera, la primera en el segmento de vivienda en América Latina, es financiar sus diferentes innovaciones verdes en sus proyectos, los cuales sean elegibles no sólo como sustentables, sino además con un enfoque social, acorde con los principios de la International Capital Market Association (ICMA).

Entre las innovaciones figuran su Casa Híbrida/Cero Gas, vivienda para discapacitados, la Casa Cero Energía y otros vinculados con la certificación internacional EDGE.

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