Carlos Javier Gonzalez

¿Y si AMLO le está hablando a Trump?

 

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A veces los pronunciamientos de los políticos son difíciles o francamente imposibles de entender para el común de los mortales, por lo que van perdiendo adeptos, apoyos o ganando otros que están de acuerdo con lo que postulan por absurdo que sea.

Sin embargo, en ocasiones cuesta mucho trabajo comprender como aun tratándose de políticos que llevan años en el oficio, que conocen al derecho y al revés los entresijos del poder, salgan de su boca ideas absurdas, rebasadas, incongruentes… pero muy audaces.

Sin duda alguna Andrés Manuel López Obrador es el mejor político que ha tenido México en las últimas décadas. Su olfato, su conocimiento, su manejo del poder y de los poderosos, lo hace un gran maestro de la política. Es evidente que AMLO sabe que absolutamente cualquier cosa que diga o calle, tendrá una lectura política y él sabe cuándo hablar o cuándo callar –aunque a veces le falle– por lo que sería muy extraño que hiciera declaraciones incendiarías sin tener claramente definido un objetivo.

La absurda declaración de examinar una amnistía para los delincuentes –incluidos narcotraficantes– fue recibida por el mundo de la política y de los analistas como una bomba, una locura, un sinsentido; una prueba de que estamos en presencia de alguien que es "un peligro para México". ¿Y si no fuera así? ¿Y si López Obrador supiera perfectamente lo que está haciendo y hacia dónde dirige sus declaraciones? ¿Y si su timing fuera perfecto?

En esta situación habría quienes han llegado a pensar que López Obrador no quiere ganar –incluido quien esto escribe–, porque no parece lógico que quien ha sido puntero al inicio de tres contiendas presidenciales, simplemente se dedique a dinamitar su propia candidatura con declaraciones sin sentido.

En 2006 fue un ensayo; en 2012 repitió la estrategia con mismos resultados. ¿De verdad hará lo mismo en 2018? ¿Será que prefiere vivir en la comodidad de la oposición que alcanzar el poder porque sabe que los cambios propuestos por él son en su mayoría imposibles de lograr por la propia estructura del Estado mexicano? Esta hipótesis suena rara, pero no imposible. Pero habrá que analizar otra opción: ¿Y si en realidad López Obrador no le está hablando a los mexicanos sino a Donald Trump? ¿Qué pasaría si el puntero en todos los sondeos para las elecciones se decidiera poner un alto al loco de la Casa Blanca que un día sí y otro también habla mal de nosotros y nos humilla con la complacencia de Los Pinos y Tlatelolco?

López Obrador seguramente sabía que su declaración sobre la amnistía causaría revuelo en México y, sin embargo no sólo la hizo sino que la ha reiterado. ¿Podríamos pensar que alguien que tiene posibilidades reales de ser el próximo presidente de México le lanza una amenaza velada a Trump? No suena descabellado el pensar que si Trump continúa con sus agresiones hacia nuestro país ante la impavidez de Peña y compañía, López Obrador se convierta en el defensor de nuestra dignidad.

Fue vergonzosa la abyecta abstención de México en el seno de la ONU contra la decisión de Estados Unidos de reconocer Jerusalén como la capital de Israel. México simplemente se hizo güey para no ofender a Trump; a ese que nos ha llamado de todo; a ese que no desprecia y sin ningún tipo de tapujos, nos odia. A ese que nos considera inferiores.

¿Cómo se le puede poner un alto a un tipo así que se monta en lo más alto de su poder para agredir a sus aliados? Parecería ser que una buena forma es darles donde más les duele. ¿Qué pensaría el gobierno de Trump de una amenaza en el sentido de que si dan por terminado el TLC y demás vínculos estratégicos entre los dos países entonces México amnistiaría a los bad hombres?

La amnistía también implica que no puedan ser extraditados y, por lo tanto, no pagarían ni aquí ni allá por sus crímenes. Tal vez su dinero se quedaría aquí y podría generar un desarrollo basado en las muertes, asesinatos y demás delitos a cambio del perdón –lo que merece un análisis aparte.

Cabe recordar que cuando Peña Nieto fue a la ONU a condenar a los populistas, todo mundo entendió que se refería a López Obrador, pero según se supo, el destinatario real era Trump cuando era candidato. Lo malo es que Peña no tenía nada con que amenazar. López Obrador, por el contrario, sí lo tiene. Y me pregunto, ¿le estará hablando AMLO a Trump?

Twitter: @carlosjaviergon

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