Benito Solis

Por qué se fortalece el peso mexicano en el año

La aprobación de un Presupuesto con superávit, el aumento de tasas de Banxico y la firma del T-MEC son algunos de los factores que benefician al peso, pero son factores de corto plazo y se pueden modificar.

El autor es economista

El peso mexicano se ha fortalecido frente al dólar norteamericano y al canadiense, al euro, a la libra esterlina y al yuan chino entre 4.0 y 5.5 por ciento en los primeros días del año. Esto contrasta frente a los problemas que la economía mexicana enfrenta, como son el abastecimiento de gasolina en varias partes del territorio nacional y la incertidumbre normal que provocan los cambios sexenales de gobierno entre otros temas.

Esto parece inexplicable para algunos ya que relacionan el valor del peso, frente al dólar, como un indicador de confianza en el país, lo cual es erróneo. Es importante enfatizar que los precios en los mercados libres, como es el caso del tipo de cambio en la actualidad, reflejan las acciones de los miles o millones de personas que participan en los mismos vendiendo o comprando los distintos productos. Por eso, para entender los movimientos de los precios es necesario identificar qué sucede con oferta y demanda del bien en específico (en este caso el dólar) y la percepción de lo que sucederá en el futuro. La confianza es solo un factor entre muchos otros, como son la escasez o la abundancia de los distintos productos.

Son muy numerosas las variables que en la actualidad influyen en los movimientos del precio del dólar en relación al peso, siendo algunas de las más importantes las siguientes:

1) La aprobación del Presupuesto de Ingresos y Egresos del gobierno federal, conteniendo disposiciones para lograr un superávit fiscal, es positiva. En el curso del año se verá si es alcanzable, pero algunas medidas drásticas como la reducción de los sueldos de una parte importante de la burocracia muestran que se tiene la disposición política de tomar decisiones costosas para avanzar en esta dirección.

2) La reducción de los sueldos y la probable salida de numerosos funcionarios de la administración pública se refleja en una menor demanda por productos importados, lo que se traduce en una menor demanda por divisas.

3) La crisis en la venta de gasolina tiene un costo en menor actividad económica en varias partes del país. En la medida en que la economía se desacelere, disminuirán las importaciones de insumos para las empresas productoras instaladas en el país que venden sus productos en el mercado local. Además, las expectativas de menor actividad se refleja en un cambio hacia un patrón de consumo más austero de parte de los trabajadores y funcionarios, es decir en menores importaciones y uso de divisas.

4) El aumento en la tasa de interés de Banco de México confirma que existe la autonomía y la voluntad de esta institución para controlar la inflación. Además, las mayores tasas de interés elevan el costo en la venta de los instrumentos de deuda de mediano y largo plazo adquiridas con anterioridad, por lo que los inversionistas posponen su salida del mercado local y la compra de divisas.

5) El Banco Central norteamericano (la Fed) ha mandado señales de que su política monetaria no será tan agresiva en el presente año, por lo que podría posponer aumentos de tasas de interés previamente considerados. Esto mejora la competitividad de las inversiones financieras dentro de nuestro país.

6) La firma del T-MEC entre los países de Norteamérica el último día de noviembre pasado, cosa que parecía muy poco probable hace algunos meses, mejora la confianza de los inversionistas extranjeros en nuestro país. Además, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China hace más atractiva la inversión en México de empresas que desean exportar hacia nuestro vecino país del norte.

Sin embargo, los factores anteriores son de corto plazo y pueden modificarse en cualquier momento, lo que volvería a presionar la cotización del peso. Especialmente preocupante es el rechazo al T-MEC por parte del Congreso de alguno de los tres países o alguna nueva disposición o iniciativa de ley que perjudique a la inversión privada, ya sea nacional o extranjera.

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