Energía con H al Final

¿De dónde vamos a sacar más gasolina?

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El último día laboral del año pasado la Secretaría de Energía (Sener) publicó las prospectivas de diferentes sectores para los siguientes 14 años. Basta echarles un ojo para darse cuenta que el gobierno no tiene idea de qué hacer con el sistema nacional de refinación.

De acuerdo con el documento, la Sener estima que México produzca un barril adicional de petrolíferos hasta 2026, pero eso no es todo, de los 200 mil barriles más que se están contemplando, no se precisa de dónde vendrían, si serían de nuevas refinerías, si serían del Estado, privadas o de ambos, como propuso Rocío Nahle, la conciencia energética de AMLO, en una entrevista que publiqué el martes.

La situación es seria. De acuerdo con un estimado del documento, las importaciones de gasolina habrían alcanzado 64.4 por ciento de todo el consumo nacional en 2017, cifra que paulatinamente bajaría a 54 por ciento en este año, hasta un ambicioso 35.3 por ciento en 2031.

Bajar las importaciones, revelan las cifras de la prospectiva disponible en la página de la Sener, supone nueva capacidad instalada, adicional a que las seis refinerías existentes incrementen su producción, al menos en el escenario planteado por la dependencia.

La pregunta sigue en el aire: ¿de dónde saldrían más gasolinas, turbosina, gas LP, entre otros?

Al momento sólo hay un permiso en trámite para la construcción de una refinería modular en Tamaulipas. ¿La estarán considerando? Aun así, esa entraría en operación antes, en 2019.

En términos generales, tomando en cuenta todos los petrolíferos, la Sener estima que la producción aumentará 79.6 por ciento, en tanto las importaciones de los mismos se reducirán 48.7 por ciento y las exportaciones (sí, el chiste se cuenta sólo), crecerán 6.6 por ciento. Si mencionar que a partir de 2023 la refinería de Salamanca dejará de producir totalmente combustóleo.

En cuanto a producción de crudo, las prospectivas no traen muchas novedades. Para 2031 ubican una producción diaria de 3.5 millones de barriles diarios, de los cuáles Pemex aportaría menos de dos millones, es decir, no invertirá más y se seguirá desdibujando durante la siguiente década.

En electricidad, dice que el mayor crecimiento de la demanda para los próximos años estará en las penínsulas de Baja California, con un crecimiento de 3.9 por ciento entre 2017 y 2031, y de 3.8 por ciento en la de Yucatán, lo que es reflejo del crecimiento económico que tendrán esas dos regiones del país en el mediano plazo.

Y para 2029, dice el documento, la energía nucleoeléctrica formará parte importante de la matriz eléctrica del país; de hecho, representará 7.3 por ciento de la capacidad adicional para los siguientes 14 años con cuatro mil 81 megawatts más, lo que implica forzosamente al menos otras dos plantas nucleares, como mínimo.

Promesas en papel, sin detalles, que dan la impresión de haberlas hecho al aventón. Lamentable la perspectiva energética en un año tan convulso donde la certeza, la certidumbre, valen oro.

ESTRENAN TARIFAS ELÉCTRICAS CON 'BAJÓN'
La Comisión Federal de Electricidad estrenó las nuevas tarifas que le elaboró la Comisión Reguladora de Energía con una baja sustancial para los industriales, en algunos casos de más de 50 por ciento en la tarifa base. Sin embargo, se desquitó en el cobro de la capacidad aumentando una proporción similar, y aunque este último concepto puede ser de entre 25 y 50 por ciento del recibo para las grandes empresas que siguen siendo clientes de la empresa de Jaime Hernández Martínez, el efecto de la rebaja queda nulo.

De cualquier forma, esta subida en el cargo de capacidad obliga a los grandes consumidores a buscar nuevas opciones en el mercado eléctrico, especialmente con los renovables, quienes les pueden mejorar esa oferta de una manera sustancial, aunque intermitente. Unas por otras en el sector eléctrico.

Correo: atorresh@elfinanciero.com.mx

Twitter: @Atzayaelh

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